En el Cáceres ha escocido, y mucho, la retirada del Benfica en el Torneo Amstel el pasado sábado. Disconforme con la actuación arbitral, el campeón portugués se fue del campo cuando, a falta de poco más de cuatro minutos, perdía 88-84. "Estoy sorprendido. Y un poco decepcionado. No esperaba de un club señor como el Benfica que actúe de esta forma. Es un torneo amistoso, nos estábamos jugando una copita, no ninguna liga ni nada", acertaba a decir después del choque el presidente extremeño, José Manuel Sánchez, en una declaración que la entidad no tuvo inconveniente en colgar en su página web, que calificaba lo sucedido de "escándalo".

Sánchez culpó fundamentalmente a Carlos Lisboa, técnico visitante, de lo sucedido. "Ha sido un calentón de un entrenador, él ha calentado a todo el mundo. Ha vivido mucho baloncesto y me sorprende que un tío de esta categoría tenga esta reacción", añadió, sugiriendo que al Cáceres tampoco le gustan los arbitrajes que ha sufrido cuando ha jugado en otras ocasiones en el país vecino. "Cuando nosotros vamos a Portugal, ellos pitan como quieren, o como saben. Nos aguantamos y terminamos el partido", indicó.

Eso sí, también tuvo tiempo para aclarar que lo sucedido no supondrá romper puentes entre ambas entidades. "Tampoco hace falta tomar medidas. La relación hay que seguir manteniéndola porque nos beneficia a los dos. Hablaremos con ellos cuando estén más tranquilos. La relación no debe enfriarse", apuntó.

El entrenador del Cáceres, Carlos Frade, pareció morderse la lengua por momentos. "Cada uno es mayorcito. No soy nadie para juzgar lo que hace otro equipo, otro equipo. Benfica es un gran club, Carlos Lisboa es un gran entrenador. Han tomado esa decisión", dijo.

"Es una pena --agregó--. Iba a ser un final bonito. Me apetecía ver un final con tensión. Eso te ayuda a crecer como equipo". Además, elogió el partido de su equipo. "No podemos estar 40 minutos haciéndolo perfecto a estas alturas, pero se han visto rasgos de identidad de lo queremos hacer en defensa y ataque", recalcó.