El Mérida es un clamor contra el arbitraje del andaluz Moisés Alvarez García el domingo en el Príncipe Felipe de Cáceres, que acabó con la primera derrota romana en un derbi en la división de bronce tras ocho choques regionales durante las dos últimas campañas.

Para Mateo Prieto "el penalti fue muy riguroso y luego nos costó meternos nuevamente en el partido, aunque logramos dominar al Cacereño durante el último cuarto de hora y crear dos claras ocasiones de gol. Además, creo que fue un partido sin violencia como para que se mostraran tantas tarjetas", señaló el técnico del club emeritense.

El presidente, Jorge Gruart, coincide con su entrenador. "El penalti fue inexistente y el tarjeteo nos sacó del partido. Después, cuando conseguimos comenzar a desplegar nuestro mejor juego, resulta que nuestro enemigo no era el Cacereño sino el árbitro".

LA CRISIS ECONOMICA

El arbitraje de Alvarez García, que mostró 16 tarjetas (7 al Cacereño y 9 al Mérida), constituye todo un récord en la trayectoria del Mérida en Segunda B, pues, hasta el momento, el mayor registro en un partido era de 14 en tres ocasiones durante la pasada temporada.

En la segunda jornada, en el Mérida-Díter (1-1), el madrileño Hevia Obras mostró 6 amarillas y una roja a cada equipo. En la jornada 26, en el Ecija-Mérida (1-2), el tinerfeño Sánchez Ramos mostró 7 amarillas a cada uno y, en la liguilla, en el Mérida-Valencia B (0-0), el andaluz Sánchez Moreno mostró 4 amarillas al Mérida y 10 al filial, al que expulsaron dos jugadores por doble tarjeta.

En cuanto a la crisis económica, la junta sigue sus gestiones, pero no habrá novedades hasta mañana por ser hoy fiesta local.