Un ambiente infernal en San Paolo, con el que la afición del Nápoles quiere empujar a su equipo a la remontada tras el 3-1 de la ida de octavos de final de la Liga de Campeones, medirá la fiabilidad de un Real Madrid capaz de lo mejor y lo peor en el 2017, que recupera a su líder Cristiano Ronaldo (20.45 horas, Antena 3).

«Les espera un San Paolo calentito», advirtió Pepe Reina nada más salir derrotado del Bernabéu. El estadio del Nápoles y un rival de fútbol vertical de calidad, es el examen al que se somete un Madrid al que le llega la hora de la verdad intentando huir de una irregularidad que marca su presente.

Para sorpresa de muchos encontró el mejor de sus niveles del curso en un día repleto de presión y sin sus grandes referentes ofensivos. La ausencia de Bale y Cristiano en Ipurúa, invitó al esfuerzo colectivo y una actitud de jugadores de la segunda línea que incluso provocan un debate sobre el cartel de indiscutible que tiene colgado la BBC.

Lo seguirá siendo para Zidane, que no tiene ninguna duda de alinear a Bale, Benzema y Cristiano en un día señalado en rojo en el calendario al que llega con gran parte de sus titulares descansados. Carvajal, Marcelo, Kroos, Bale y Cristiano no jugaron ante el Eibar y tendrán que dar su mejor versión física para ayudar al Madrid a alcanzar los cuartos de final.

Para ello es clave marcar y el Madrid es garantía de ello. Lo ha hecho en sus 46 últimos partidos en una racha de récord que se inició el 30 de abril del 2016. A ello saldrá Zidane. A lo que sabe hacer sin especular. Pidiendo actitud defensiva a todos sus jugadores, en este partido no puede quedar nadie de arriba desenganchado de ayudas defensivas, y personalidad para tener el balón y dañar a un rival que arriesgará y dejará espacios durante el partido. Es el plan trazado en un equipo que demostró que tiene fondo de armario y suficientes recursos para conquistar el deseado doblete, en el camino al sueño de convertirse en el primer equipo que reedita título en Liga de Campeones.

Cristiano liderará el ataque recuperado de sus molestias físicas. Formará con Bale, que no jugó en Ipurúa por sanción, y Benzema, que sin sus fieles compañeros de ataque, desató la mejor de sus versiones en un día que mostró lo que la afición del Madrid desea de él. El once será el de gala de Zidane, con tan solo Pepe ocupando el puesto que ya era fijo del lesionado Varane. Casemiro, Kroos y Modric sostendrán a un equipo que necesita del esfuerzo solidario de todos para hacer bueno el resultado de la ida.

El Nápoles recibirá al Madrid con el objetivo de remontar y lograr una hazaña histórica. Se encomendará al apoyo del San Paolo, un estadio que tradicionalmente se convierte en un fortín en los grandes partidos europeos.