Las acusaciones de racismo han vuelto a dañar la imagen internacional del deporte español. Los incidentes contra Lewis Hamilton en el Circuito de Catalunya, el pasado fin de semana, muestran que España "no está haciendo lo suficiente para acabar con el racismo en los eventos deportivos", según aseguraban ayer medios informativos británicos tan diferentes como la BBC y el diario The Sun.

Hamilton dijo sentir "tristeza" por los abucheos e insultos de algunos espectadores, que se presentaron con pelucas de pelo negro y los rostros maquillados también de negro. "Unas imágenes --según indicó la televisión estatal británica-- que han conmocionado al mundo".

"¿Cómo es posible que se haya permitido entrar en el circuito a gente vestida así?", se preguntaba indignado Gerry Sutcliffe, secretario de Deportes británico, quien ha escrito a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para que tome medidas para que hechos como los de Montmeló no vuelvan a repetirse.

"El racismo no debe ser tolerado y no es la primera vez que deportistas británicos sufren abusos racistas en España", afirmó Sutcliffe, aludiendo al trato recibido por tres futbolistas de color cuando, en el 2004, Inglaterra jugó un partido en Madrid y a los polémicos insultos racistas del seleccionador español de fútbol, Luis Aragonés, cuando llamó "negro de mierda" a Thierry Henry.

CONDENA DEL CSD No solo la embajada de España en Londres salió ayer al paso del suceso y emitió un comunicado de repulsa. También el Consejo Superior de Deportes expresó "su enérgica condena ante los intolerables comportamientos racistas" con la misma contundencia que lo hizo la dirección del Circuit, que destacó: "El respeto y el excelente comportamiento que tuvieron la inmensa mayoría de los 55.000 aficionados que pasaron por el trazado catalán a lo largo del fin de semana".

Mientras el CSD informaba que había estado en contacto con la Federación Española de Automovilismo para conocer información fidedigna de lo ocurrido, una fuente del Circuit recordó un detalle que pasó desapercibido a los medios de comunicación británicos, y es que "estábamos en carnaval y muchos espectadores acudieron al Circuit en plan festivo disfrazados de piloto de McLaren".

El Circuit asegura en su nota: "No permitiremos que el más mínimo incidente se repita en nuestras instalaciones. El GP de España Telefónica de F-1 representa la imagen de un país ante el mundo y el Circuit no aceptará ser utilizado para expresar actitudes racistas o en contra de la competición deportiva".

En ese sentido, debe destacarse que los máximos responsables del Circuit ya han empezado a tomar medidas cara a los próximos entrenamientos que se celebrarán en Montmeló (Hamilton regresará, a finales de mes, junto a Ferrari y Renault), y tiene previsto aumentar los controles.

Hamilton, mientras, reaccionó dolido. "La verdad es que estoy triste, porque estoy enamorado de España y, especialmente, de Barcelona y el circuito, que es uno de mis tres favoritos", dijo en un comunicado.