PLASENCIA GALCO 71: Gianella (4), Stewart (3), Lledó (3), Owens (22), Rubio (26) --cinco inicial-- Palacios (0), Robles (5), Ferrero (2), Sala (4), Beltrán (2).

MELILLA 68: Dani López (16), Perujo (0), García (14), Brown (17), Flanders (0) --cinco inicial-- Wiatre (0), Martínez (13), Van Paasen (2), Navarro (6).

ARBITRO: De Lucas y Mauri. Eliminados por cinco faltas: Flanders (min. 33), Gianella (min. 39), Van Paasen (min. 39) y Stewart (min. 39).

MARCADOR POR CUARTOS: 14-14, 37-26 (descanso), 51-51 y 71-68.

INCIDENCIAS: Vigesimocuarta jornada.

El Plasencia se anotó una nueva victoria en un partido raro y trabado durante su mayor parte. El frío reinante en el pabellón pareció adueñarse de jugadores y público durante muchas fases. Los locales, a pesar de dominar en el marcador casi siempre, tuvieron muchos problemas para vencer, aunque el resultado final les hace más líderes ya que el CAI Zaragoza, con el que marchaba igualado a victorias, cayó estrepitosamente en su partido frente al Bilbao Basket.

Una de la claves del triunfo hay que encontrarla fundamentalmente en la actuación de Guillem Rubio, que anotó 26 puntos y capturó 5 rebotes,4 de ellos ofensivos. A su estelar papel hay que sumar los 22 puntos de Trelonnie Owens, lo que expresa que los pívots rivales no pudieron parar a los del Plasencia.

MAL ATAQUE Eso compensó una gris actuación ofensiva del resto del equipo: ninguno de ellos pasó de cinco puntos. En esta ocasión, Terrence Stewart, fundamental en el último choque de Zaragoza, reservó su brillo para la defensa y se quedó en sólo tres tantos. Además, tanto Nicolás Gianella como Perico Sala tuvieron muchos problemas para contener al base oponente, Dani López. También tuvo un buen día José Miguel García.

El Plasencia gozó de la fortuna necesaria en los minutos finales. A falta de 45 segundos el resultado era el 66-65 y el partido se decidió en un carrusel de tiros libres. Ese tramo final resultó interminable y los dos conjuntos rivalizaron en errores, fallando Howard Brown y Guillem Rubio consecutivamente. Al final, con 69-68 Owens acertó a falta de nueve segundos, lo que ya no pudieron levantar los melillenses.

IGUALDAD El primer cuarto se había iniciado con iniciativa placentina. La máxima ventaja sería de cuatro puntos (9-5, min. 4). Los visitantes reaccionaron sin problemas e incluso se pusieron por delante. El juego y el resultado estaban totalmente parejos, finalizándose los primeros diez minutos con 14-14.

Después, el Plasencia parecía meter la directa , pues marcó un parcial de 23-12. Se puso 13 puntos por delante (31-18, min. 16), gracias a su incontestable dominio bajo los tableros. Sería la mayor diferencia en todo el encuentro y la esperanza estaba clara cuando ambos equipos se marcharon al vestuario en el descanso (37-26).

En el tercer cuarto, los de la ciudad autónoma se marcaron un parcial de 2-13 ante un público estupefacto. Los placentinos no sabían atacar la defensa en zona del rival y veían cómo poco a poco el hueco en el marcador se esfumaba. El Melilla empató a 41 en el minuto 26, haciendo inútil todo el esfuerzo local hasta entonces, abriendo un intercambio de canastas.

Tocaba de nuevo sufrir para los placentinos, que se están acostumbrando a marcadores ajustados. Se encararon los diez minutos con 51-51. El Plasencia volvió a coger once puntos (62-51, min. 34), pero no fue suficiente porque Brown se echó a su equipo a la espalda y provocó el final de infarto, que resultó interminable para todos.