LOS BARRIOS: (31+8+24+30) Aaron Swinson (21), Donald Little (4), Julio González (15), F.J. Martín (7), Rafael Monclova (22) -cinco inicial- Jordi Vallmajo (7), Julián López (0), Hallgrimson (9), Van Lacke (3), Edward Santana (5) y Berenguer (0).

CACERES 2016: (17+24+30+28) Josh Asselin (31), Blackshear (18), Ramón Moya (5), Dani López (4), Nando Vicario (5) -quinteto inicial- Rafa Huertas (0), Juanmi Morales (24), Iván Humanes (6), Francesc Cabeza (6).

ARBITROS: Estévez y Bey. Bien. Eliminados: Monclova (37´), Julio González (39´); Dani López (39´) y Juanmi Morales (40´).

El Cáceres 2016 logró una más que meritoria victoria en Los Barrios, basada, sobre todo, en el excelente partido del curtido Juanmi Morales --que hizo de todo, muchos minutos hasta de base-- y, sobre todo, de la superioridad de su juego interior (Asselin 31 puntos y 10 rebotes, con 41 de valoración) ante el talón de Aquiles de los locales, que se vio agravada al sufrir Donald Little un esguince de tobillo nada más comenzar la segunda mitad.

Por el contrario, el propósito de enmienda del CB Los Barrios quedó en eso, en propósito. Un Los Barrios con claroscuros excesivamente señalados encadenó su tercera derrota consecutiva y confirmó la sensación de que su juego interior no es que tenga carencias, es que es insuficiente para esta categoría.

FLOJO ARRANQUE El comienzo hacía imposible vaticinar que los extremeños se llevarían la victoria. Los de Ñete Bohigas, precipitados en ataque y defendiendo de oídas , se encontraron con un rival necesitado de acallar los murmullos de desaprobación de su grada. Tres pérdidas y un par de lanzamientos imposibles propiciaron un 31-17 tras los diez primeros minutos. Las sensaciones no estaban siendo nada buenas, pero el partido cambió radicalmente a partir de entonces.

A partir de ese momento los cacereños intensificaron su defensa y los barreños comenzaron a dejar ver sus carencias interiores, porque sus hombres altos estaban ya cargados de personales. Un parcial de 0-10 en los cinco primeros minutos llevó a los extremeños a la remontada, que se consumó justo antes de que a bocina le indicase a los jugadores el camino de la caseta. La inspiración ofensiva de sus jugadores parecía imparable, con Asselin campando a sus anchas bajo los tableros.

En la tercera manga los cacereños jugaron con más cabeza que el equipo de casa, que literalmente se rompió cuando Little abandonó el partido al doblarse un tobillo. Los pívots no podían defender y la solución de colocar a Julio González en la posición de ´4´ no servía casi para nada. Las ventajas se fueron ensanchando y el 63-71 del último descanso dejaba el partido abierto, pero a los de negro en evidente ventaja.

En el último periodo los locales apelaron a la épica y los visitantes se dejaron llevar por el vaivén del juego, hasta el punto de que los barreños llegaron a colocarse con un 89-92 que parecía ser el preludio de un cambio de dirección del marcador. Un triple imposible, un resbalón de Martín y unos pasos de Vallmajó impidieron la remontada, mientras que Cáceres supo alargar las posesiones para alcanzar una victoria muy celebrada.