CACERES 2016: Sam Jones (3), José María Panadero (8), Luis Felipe Gruber (5), Juan Sanguino (10), David Patten (13) --cinco inicial-- Ricardo Busciglio (4), Kelvin Peña (15), Aspe (6), Sidao (5), Félix Ortiz (0), Stanislav Zuzak (0).

FARHO GIJON: Rubén Suárez (5), Rajniak (18), Vázquez (10), Wolfram (12), Kiefer (16) --cinco inicial-- Adrián García (4), Pineda (7), Sergio Alonso (5), Lucien Kieser (2), Gunnarson (6).

ARBITROS: Calatrava y Redondo. Eliminados: Patten (min. 37) y Kiefer (min. 39).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 11-7, 20-19, 29-27, 40-38 (descanso), 47-51, 52-64, 61-73 y 69-85.

Octava derrota consecutiva. La crisis del Cáceres 2016 no parece tener fin, ni con Fede Pozuelo ni con Piti Hurtado en el banquillo. Hay algo profundamente podrido en este equipo, aunque la talla del rival no favorecía que se produjese la ansiada reacción. El Farho Gijón se aprovechó del momento de debilidad de los locales, al inicio del segundo tiempo, para cumplir el pronóstico y mantener en la depresión a la hinchada local, que se marchó resignada.

El Cáceres 2016 sí dio otra imagen durante los primeros 20 minutos, demostrando al menos que el mensaje del entrenador interino había calado en un buen porcentaje. Con la ayuda de Sam Jones el balón llegó en mejores condiciones a los jugadores, que además mostraron una predisposición y un orden defensivos mucho mejor que en la nefasta era Pozuelo .

Hurtado ha apostado por su nuevo base como piedra angular del equipo y también ha dado una última oportunidad a Kelvin Peña y David Patten. Ninguno de los dos respondió bien al reto y serán los próximos en caer si el camino no se endereza.

El norteamericano empezó bien, siendo el brazo ejecutor de las primeras ventajas cacereñas, que rondaron los 8 puntos en el cuarto inicial. El premio al final de este periodo fue escaso (20-19). Abusando del triple, prácticamente lo mismo ocurrió después, ya con varios de los suplentes en pista y Peña estrenando su posición de escolta. Al igual que Patten, su primera respuesta fue positiva anotando un par de triples, pero luego se perdió en los individualismos de siempre. Al descanso, 40-38 y la sensación de que sí, de que volvía a haber equipo, pero también de que había mucho que sufrir aún ante un Gijón que no se sentía cómodo ante las trampas de su oponente.

EL ZARPAZO Los asturianos esperaron su momento y actuaron sin piedad cuando vieron que el Cáceres se descosía y olvidaba las lecciones de Hurtado. Tienen dos americanos de verdad , Matt Kiefer y Brandon Wolfram --éste jugó con la cabeza vendada gran parte del choque-- y un puñado de jugadores complementarios que conocen al dedillo su papel.

Una técnica a Patten iniciado el tercer cuarto dio la iniciativa al Farho, que con facilidad construyó una ventaja de 10-12 puntos de la que ya no se movería. El Cáceres 2016 lo intentó todo, con defensas alternativas y quintetos inéditos en pista, pero su suerte estaba echada. Su desagramiento final resultó cruel.