Miembros del Estrella Roja de Belgrado insultaron y lanzaron botellas de plástico al árbitro por considerarle culpable de la derrota en la semifinal de Copa perdida ante el archirrival Partizán por 2-3 en el Pequeño Maracaná.

El árbitro Ninoslav Spasic había anulado un gol válido del Estrella Roja con 2-2 en el marcador, a falta de 15 minutos para el final del partido. Luego el Partizán marcó el gol que sería definitivo, lo que desató la ira de jugadores y directivos del club rojiblanco.

A finales del año pasado este mismo árbitro fue acusado de mostrar su simpatía por el Partizán cuando después del encuentro liguero ante el Napredak pidió camisetas a sus jugadores Stevan Jovetic y Moreira.

Como Spasic arbitró previamente otro clásico serbio, que también acabó por el triunfo del Partizán por 4-2, el Estrella Roja está convencido de estar siendo víctima de conspiración.

En víspera del clásico, la Federación serbia emitió una petición a los aficionados para que se abstuvieran de peleas después de que un aficionado del Vojvodina muriera el lunes en los choques previamente acordados entre las aficiones de su club y del Partizán de Belgrado.