De la oficina a la pista, de echar cuentas con la calculadora a calcular cada movimiento de su pupilo Javier Cienfuegos. Así es Antonio Fuentes, un currelante. «Actualmente soy interventor, es una plaza que está vacante y está pendiente de cubrirse, y mi plaza de origen fue policía local y después pasé a las oficinas, tras unas oposiciones», resume Fuentes su labor en el consistorio calamonteño.

Y compaginar ambas tareas no es fácil. «Es muy complicado, pero me lo hacen fácil los políticos y los compañeros del Ayuntamiento de Calamonte. Si necesito algún día o algo no hay problema, y eso se agradece», reconoce el entrenador del diez veces campeón de España, Javier Cienfuegos.

No obstante, en la oficina no se quita las deportivas y los entrenamientos de la cabeza. «Sinceramente, el deporte y enconcreto el atletismo me viene muy bien para mi trabajo. Cuando era policía me servía para desahogarme, cuando corría echaba toda la mala leche y los cabreos que me generaba el trabajo», asegura Fuentes.

Y enfado monumental es el que tiene con la Dirección General de Deportes de la Junta. «Crean decretos muy fácilmente desde la barrera. Creo que el problema que hay en este país es la incultura deportiva. Yo le daba a los técnicos que hacen esos decretos un martillo, y a ver si pueden lanzar ellos 70 metros», lamenta. Malestar por la denegación a su persona de las ayudas del programa de becas ‘Somos Deporte’. «No hablamos de cantidad, sino de orgullo. Yo vivo de mi trabajo, prefiero que esas becas se la den a deportistas, pero en este caso la Dirección General de Deportes se ha columpiado», argumenta.

En esta línea, Antonio Fuentes no entiende el por qué no se le concede esa ayuda desde la Junta de Extremadura. «La Copa de Europa no me la valoran y que tenga tres deportistas medallistas en competiciones nacionales, tampoco. Nunca me ha gustado hablar ni criticar, pero quizás con la edad me estoy volviendo más quisquilloso o me molestan más estos desprecios», lamenta Antonio Fuentes. «En España alabamos a los modelos europeos, pero se trata fatal a los deportistas. Cienfuegos o Conchi Bellorín serían profesionales en países como Italia, Alemania o Francia. Se dedicarían únicamente a conseguir medallas para sus países», afirma.

Desde el orgullo

«Hay que apoyar, valorar y potenciar figuras como la de Cienfuegos. Crear plazas de funcionarios, donde deportistas de élites tengan más posibilidades de entrar. Nos sentimos orgullosos cuando salen Gasol, Calderón o Rafa Nadal levantando una copa. Ese es el orgullo para un país, el que no sepa valorar eso es que tiene una mente cerrada», advierte Fuentes.

Por otro lado, puede presumir de descubrir al emblema del atletismo extremeño, Javier Cienfuegos. Un hecho que ocurrió por casualidad. «Mi hija era un poco grandota, y le planteé la idea de lanzar martillo. Ella me respondió que eso era para gordas y feas, y le puse el ejemplo de las rusas y polacas. Así comencé a formarme en esta disciplina», rememora Fuentes.

«Del asa de un cubo de pintura, con una red de pesca y un balón medicinal, simulamos el martillo. De aquella ignorancia fui mejorando. Un día me encontré a mi amiga Lali Pinilla, le dije que mandase a su hijo un día al entrenamiento. Era Javi Cienfuegos, chico tímido y fuerte como un armario empotrado», recuerda con nostalgia.

Un hombre que trabaja por una idea. Y así seguirá. «Siempre he hecho deporte, y puedo presumir que todo lo que he hecho, con la cara descubierta. Los clubes ofrecemos el vacío que dejan las instituciones públicas, que tienen la obligación de fomentar el deporte», concluye mientras el teléfono comienza a sonar de nuevo en su oficina. Por la tarde le tocará trabajar en la pista de atletismo.