Normalmente, en este fútbol de empresarios e inversores tan propio del siglo XXI, lo que todo se pinta como un cuento de hadas suele acabar como una auténtica cacería de brujas, con proyectos majestuosos engullidos por la falta de palabra, el anonimato y, lo más importante, los recursos económicos y financieros. En nuestra comunidad no hay buenas experiencias al respecto. Mérida y Badajoz ya lo comprobaron en sus carnes durante el pasado siglo, mientras que Cerro de Reyes, Cacereño, La Estrella o Sporting Villanueva, por mencionar los más escabrosos, lo han vivido en primera persona también. Bien distinto parece el caso del Extremadura, donde la credibilidad del grupo Coinsa comienza a demostrarse con hechos reales que han desatado el optimismo en la casa azulgrana.

Fue el 23 de diciembre cuando el grupo Piensos Coinsa aterrizó en Almendralejo de la mano de Francisco Pérez, que ofreció una rueda de prensa junto al presidente Manuel Franganillo para anunciar que el Extremadura iniciaba una nueva era. Por entonces, todavía algunos excépticos no daban credibilidad a lo que estaban viendo, pero el trabajo se está llevando en la trastienda.

Los nuevos empresarios, que tabajan codo a codo con directivos del Extremadura, han posibilitado que en apenas unas semanas los jugadores estén ahora mismo al corriente de sus nóminas, abonando las mensualidades de noviembre y diciembre pendientes. Fue el presidente, Manuel Franganillo, el que posibilitó que la operación fructificara. Recorrió, en apenas un mes, miles de kilómetros para cerrar una operación histórica que diera viabilidad económica y deportiva al club, convenciendo a los empresarios de las posibilidades del Extremadura.

A la liquidez inmediata se le han sumado varios detalles de peso a tener en cuenta. Por un lado, la nueva dirección deportiva que encabeza Ángel Becerra y cuya maquinaria no frena. En tres semanas el Extremadura ha firmado a jugadores como Toni Doblas, Boateng, Walter Fernández, Zamora y Josu Currais, futbolistas que elevan claramente el nivel competitivo de la plantilla. No serán los únicos, pues en breve está previsto que se anuncien más incorporaciones, posiblemente tres más.

En los despachos, los nuevos dirigentes quieren demostrar a la sociedad de Almendralejo su compromiso con el proyecto y han empezado a liquidar cuentas pendientes con anteriores proveedores. Poner las cuentas corrientes al día es prioridad en este nuevo Extremadura.

Otro vuelta de tuerca se le ha dado a la imagen del club. Los nuevos inversores han recuperado a los integrantes del anterior departamento de comunicación que triplicó en redes sociales como Twitter o Facebook el número de seguidores anteriores. Junto a ellos trabajan varios integrantes de Coinsa que elaboran un plan de marketing para cada partido. Esto ha posibilitado, a modo de prueba, que el club fletara tres autocares gratis para Villanueva de la Serena y el 50% de la entrada a los cincuenta primeros que se apuntaran. Además, la nueva campaña de abonados de la segunda vuelta permite abonos por sólo 15 euros, habiéndose llevado campañas puntuales como en la entrega de cartas a los Reyes Magos en la plaza de Espronceda. Cabe añadir que operarios del club ya trabajan en la remodelación total de la imagen de los despachos del Francisco de la Hera, la sala de prensa y un lavado integral de los vestuarios, tanto del equipo local como el visitante. Asimismo, los nuevos propietarios están pendientes de mantener reuniones con representantes del ayuntamiento de Almendralejo para conocer la colaboración que se pueda prestar en el arreglo de los campos de fútbol, tanto del estadio Francisco de la Hera como los dos de la ciudad deportiva. Como ya comentó Ángel Becerra a este periódico, «el Extremadura tiene instalaciones para estar en el fútbol profesional», objetivo que persigue el grupo inversor en una etapa de no más de tres años.

En apenas tres semanas, el nuevo grupo inversor, con personas que trabajan en el día a día y que se dejan ver por el estadio y la ciudad deportiva, está revolucionando al Extremadura y otorgándole una nueva dimensión. La afición comienza a creer en el proyecto y los jugadores ya saben que este Extremadura carbura a toda vela, aunque la velocidad dependerá del carbón que pueda quemarse sobre el césped.