El anuncio de Barack Obama de que estará el viernes en Copenhague para defender la candidatura de Chicago no ha descolocado a los principales responsables de Madrid 2016, que están desde el lunes en la capital danesa para preparar la defensa de su propuesta. Hoy se les unirán los reyes Juan Carlos y Sofía y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que encabezarán una delegación de cerca de 400 personas.

Sin volver la vista hacia las apuestas que colocan a Chicago y Río de Janeiro como principales favoritas, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y sus más directos colaboradores empezaron ayer a preparar sobre el terreno la presentación del viernes. Ensayo que aprovechó el primer edil madrileño para agradecer su entrega al secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; a la consejera delegada de la oficina olímpica, Mercedes Coghen, y al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, entre otros. A ellos y a todos los trabajadores y voluntarios de la oficina olímpica les pidió "un último esfuerzo para hacer realidad el sueño que miles de ciudadanos madrileños y españoles expresaron en Cibeles".

Un sueño que no ha mermado por las noticias inconvenientes para la candidatura madrileña de las últimas fechas. La más importante, la decisión del presidente de Estados Unidos de participar directamente en la carrera olímpica defendiendo los intereses de Chicago.

GRUPO IMPREDECIBLE Varios miembros del COI fueron consultados ayer sobre la trascendencia de Obama. "El impacto de su presencia no multiplica por los las opciones de Chicago, sino por 25", declaró el italiano Ottavio Cinquanta, mientras que el noruego Peter Tallberg piensa que "el COI es el grupo humano más impredecible del mundo".

Río de Janeiro no quiere dar demasiada importancia a la fortaleza de Chicago. "Están todos los jefes de Estado. Es normal que apoye a su ciudad. Por España también viene el Rey", afirmó el exfutbolista Pelé.