Se podría aplicar como ejemplo de perseverancia y en la noche del pasado sábado, quizás en la imagen más significativa de una intensa jornada, quedó fielmente plasmado. Gregorio Parra, el copiloto de Pablo Gómez y rival encarnizado sobre la carretera del piloto almendralejense, se fundía en un deportivo abrazo, casi en la misma línea de llegada, con Isidoro Jiménez justo cuando éste último se disponía a atravesarla con su coche como vencedor absoluto de la XXXV edición del Rally de la Vendimia. "Este botijo ya no hay quien te lo quite, Isi", le espetó Parra al triunfador. "Pero habéis faltado vosotros", le respondió Jiménez y los dos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para que las lágrimas de la emoción no campeasen por sus respetos.

Isidoro Jiménez, junto a su copiloto Francis Molina, se impusieron el pasado sábado en la decana prueba automolística extremeña. Jiménez se sacaba así la espina de la gran decepción que vivió sólo un año atrás. Cuando tenía ganada prácticamente la carrera, un fallo eléctrico se obligó a hacer el último tramo con la luz de una linterna. Y, claro, perdió la carrera, que fue a parar a manos de unos sorprendidos Pablo Gómez y Gregorio Parra. Estos dos no pudieron participar el pasado sábado en la gran cita anual por una enfermedad del piloto que le impidió contar con el alta médica para sentarse a los mandos de su coche.

Acosta toma el relevo

Pero como el Vendimia tiene que ser siempre espectacular, la ausencia de Gómez y Parra fue suplida por una excelente carrera protagonizada por el también almendralejense Enrique Acosta. Junto a su copiloto, Juan José Domínguez, y a bordo de su Mitsubishi Lancer fueron pisándole los talones en todas las pruebas al Renault Clio Sport que terminó ganando. Eso sí, a pesar de las mínimas diferencias (43 segundos al final), Jiménez y Molina fueron por delante en todos los tramos, seis con dos pases por cada uno de ellos, de los que constaba el roadbook .

Pero hubo más ganadores en otra épica jornada de automovilismo del bueno. El jerezano Cesáreo Delgado, que sentenció prácticamente el campeonato de Extremadura de Pilotos, su copiloto A. Díaz hizo lo propio con esa modalidad, la cantera de deportistas extremeños en general y almendralejenses en particular, que protagonizaron una gran jornada tal y como confirman los tiempos, la organización que supo sobreponerse, asumibles nervios finales al margen, a todo lo que tuvo que superar en los días previos a la propia carrera... En fin, todo un éxito.