Llevo 15 años entrenando y sé que voy a seguir trabajando donde sea, pero cuando cumpla el 70 por ciento del proyecto al que me he comprometido y haya una tranquilidad, me voy. Estoy en un ambiente hostil y no estoy dispuesto a continuar así. De momento, voy a seguir, pero no sé cuanto, si un año, dos o 20". Quien así habla es Ismael Díaz, entrenador y director deportivo del Cacereño, quien asegura que en la capital cacereña "se me trata de ladrón, algo que no estoy dispuesto a aguantar".

El asturiano explotó ayer en declaraciones a EL PERIODICO EXTREMADURA. Cree que no se siente valorado, ni él ni el presidente, Félix Campo, ni tampoco gente que trabaja en el club. El dice, en su descargo, que "siempre he ido de frente y he tenido la libertad de hablar y decir lo que pienso" y que por ello lo hace ahora, en este momento, con el equipo en peligro de descenso, pero a cara descubierta . Y anuncia que hay una posibilidad de que su adiós sea cercano: "si este año subimos a Segunda, que no lo descarto todavía, me voy".

"He trabajado con humildad y honradez en un proyecto muy difícil, con tres equipos en categoría nacional, un presupuesto limitado y en condiciones muy duras. No renové por dos años más, aparte de los otros dos que tengo, precisamente por ese ambiente hostil. Estoy siendo tratado de ladrón", manifiesta el técnico, incuestionable dolido por un entorno en el que, según su propia confesión, se incluye la grada, un amplio sector del periodismo local y gente que ha abandonado el club en el último año, ya con él en Cáceres.

"Lo que me está pasando en Cáceres es algo orquestado para defender intereses muy concretos", afirma el asturiano, quien asume estar pasando su peor momento desde su fichaje por el club, a finales del 2002, sustituyendo a Juan Manuel Generelo.

Ismael Díaz asegura que él no participa en comisiones de fichajes ni nada parecido. "Eso se va diciendo de mí y todo el mundo, menos en Cáceres, que conoce a Ismael sabe que no me he llevado nunca nada de ningún sitio y cuando fui secretario técnico en otros sitios tampoco, con todos los intentos de soborno que tiene un secretario técnico". El entrenador añade que "podría estar ganando mucho más dinero en otros sitios" e insiste en que si continúa es por su relación con el presidente, Félix Campo.

OFERTA EXTRANJERA El entrenador, incluso, afirma que durante el día de ayer recibió una oferta formal y millonaria para emigrar al fútbol de Emiratos Arabes Unidos, pero que no la ha aceptado por compromiso con Campo y pura coherencia personal. "La he rechazado porque es mi amigo (por el presidente) y no le voy a dejar tirado y quiero conservar una amistad para cuando me vaya, también", insiste, para decir que durante los últimos meses también ha dicho no "a otras muchas cosas".

Sobre la grada del Príncipe Felipe, Díaz también se despacha con libertad. "No me han silbado ni en Cádiz. Ninguna afición. El año pasado, incluso, con la campaña que hicimos, recibí ataques y silbidos. Yo soy un hombre de una sola cara".

Pese a todo, Díaz dice que el proyecto que lidera "es ilusionante, he dado y sigo dando el máximo; cuando me vaya espero que se den cuenta de lo que estamos haciendo y que sea en el plazo más corto posible" . Díaz añade que "con tan pocos medios, tenemos una estructura envidiada, mejor incluso que muchos de la Primera División, pero eso en Cáceres no se valora".

El propio Ismael Díaz asume que sus propias manifestaciones podrían no ser excesivamente populares, "pero me da exactamente igual; yo hablo desde mi libertad y mi conciencia y así lo he hecho siempre" e ironiza finalmente cuando dice: "Que vengan después antiguos técnicos o los entrenadores que quieren los periodistas...".