Iván Campo y Cesc Fábregas no rehuyeron de la capacidad de liderazgo que han adquirido en sus respectivos equipos y asumieron la representación del intenso duelo que el Bolton y el Arsenal dirimieron en el estadio de los Emiratos para lograr la supervivencia en la Copa de Inglaterra.

El duelo no tuvo vencedor (1-1). Y el veredicto de la eliminatoria ha quedado emplazado a un nuevo encuentro. Sin embargo, la aportación de ambos quedó al margen de las dudas. Fueron los más destacados de sus equipos.

Iván Campo oxigenó la zona ancha del Bolton. Su fortaleza contrarrestó la calidad del adversario. Incluso formó parte de la elaboración del fútbol de sus compañeros en las acciones de ataque y no dio la espalda a la meta defendida en esta ocasión por su compatriota Manuel Almunia, también afortunado, que redondeó la buena tarde hispana.

Campo miró a portería en un par de disparos lejanos. No encontró la red. Almunia resolvió una de ellas con acierto.

Cesc, consolidado como pilar del Arsenal, no decepcionó en un duelo espeso. Dio la cara en la batalla pero emergió especialmente a la hora de la verdad. Cuando el conjunto local necesitaba apretar para evitar el adiós copero después del tanto de Kevin Nolan.