Es uno de los mejores futbolistas extremeños de lo que va de siglo y ayer protagonizó una de las noticias deportivas del año en la comunidad. Es Javier Peral, conocido como ‘Javito’, que sorprendió con su fichaje por un equipo modesto, pero emergente, de Tercera División: el Coria. Vuelve así al grupo XIV, en el que ya militó cuando era apenas un adolescente. Entonces lo hizo con el club de su localidad natal, la cercana Moraleja, donde despuntó hasta el punto de llamar la atención del Barcelona, que lo incorporó a su ‘Masía’ para cultivarlo. Seguro que será tema de conversaciones en los Sanjuanes.

Javito ya no es un crío. Tiene 33 años, por lo que su regreso a Extremadura, de donde salió rumbo a Cataluña hace 16, cabe interpretarse como una forma de ir preparando la retirada: jugar por el placer de jugar con la familia y los amigos en la gradas, en este caso del estadio de La Isla.

En todo este tiempo ha estado jugando a alto nivel, sobre todo en Grecia, pero también en Turquía y, en España, en Segunda División (Hércules, Alcorcón) y Segunda B. Hasta se estrenó en la selección sub-21. Pero sobre todo es conocido por haber debutado en la Liga de Campeones con el Barcelona en lo que también fue el primer partido en la máxima competición continental de Leo Messi, por entonces compañero suyo (y amigo) en el filial.

Sucedió un gélido 7 de diciembre de 2004, con la camiseta azulgrana, en el estadio del Shakthar Donetsk ucraniano. Tuvo varias ocasiones para marcar, pero no acertó. Con el Barça también disputó varios amistosos, pero su progresión se vio cortada por la severa trombosis que sufrió en una pierna durante un vuelo en una gira por Asia, el síndrome de la clase turista.

SALTO DE CALIDAD / Gracias a su calidad individual, Javito es un jugador que puede actuar en casi todas las posiciones de medio campo hacia adelante. Su último equipo, al que se incorporó iniciada la pasada campaña, fue el Guijuelo, aunque no dispuso del protagonismo que pretendía. Ahora regresa al Coria, que inició con discreción los contactos al enterarse que estaba dispuesto a vivir el fútbol de una manera menos profesional que cuando, por poner un ejemplo, fue un ídolo para la afición del Aris de Salónica durante un lustro (2006-11). Olympiacos, Kerkyria y Pantharikos han sido los otros clubs helenos en los que ha militado.

Será un importante salto de calidad para el equipo cauriense, que esta última campaña se ha quedado con la miel en los labios de meterse por primera vez en su historia en la fase de ascenso a Segunda B. Aunque sin presión, el conjunto que dirige Miguel Rubio espera sacarse esa espina dentro de unos meses.