La plantilla del Jerez iniciaba el lunes las vacaciones tras el duro varapalo sufrido el domingo ante el Alzira, cuando no se pudo conseguir el ascenso a Segunda B. Ahora habrá un compás de espera para saber cuál será el futuro de los muchos jugadores que han pertenecido al club verdinegro en la temporada que acaba de concluir. Tampoco se sabe quién será el entrenador, todo condicionado a que continúe la misma junta directiva, ya que está previsto que haya una asamblea de socios.

El capitán del equipo, Yeyo, decía lo siguiente: "Veníamos de un resultado complicado (3-0), sabíamos que era muy difícil y lo pusimos todo para intentarlo. Estuvimos diciendo toda la semana diciendo que se podía y en 20 minutos ponernos 2-0 nadie lo esperaba. Dos jugadas a balón parado nos han condenado a seguir en Tercera". También manifestaba que "la eliminatoria la perdimos allí" y daba "un diez a la afición, ha estado con nosotros y lo que más me llegó al corazón fue que cuando el árbitro pitó, la gente nos aplaudía. Le doy mil gracias".

"Es verdad que el equipo se lo ha dejado todo y no nos merecíamos un final como el que ha ocurrido. No se ha podido poner la guinda al pastel que todos queríamos", concluyó, mostrándose dispuesto a renovar.