Llegó sin presentarse, por sorpresa, sin que nadie lo supiera, ni siquiera el cuadro facultativo del conjunto de Las Palmas, que por aquella época --temporada 2000-01-- militaba en Primera División. Eufemiano Fuentes era el médico oficial de la escuadra ciclista Kelme, pero aceptó la propuesta del presidente del equipo canario, Manuel García, de convertirse en el asesor ergogénico para aumentar la potencia muscular de la plantilla.

"Lo que quiero yo pillar es un buen equipo de fútbol. Allí es donde está el dinero. Mi mujer no quiere que viaje tanto". Era un comentario habitual de la época. Los auxiliares del equipo ciclista recordaban ayer esta frase que Fuentes pronunciaba asiduamente.

Arturo Gómez era el jefe de los servicios médicos del Las Palmas. "Fuentes nunca fue un médico de mi equipo. Llegó como una imposición del presidente. En lo personal siempre tuvimos una buena relación. Pero jamás, jamás, aprobé sus métodos de trabajo", explicaba ayer desde Gran Canaria.

Nunca se escribió una nota, ni se convocó una conferencia de prensa para comunicar la llegada de Fuentes, que consiguió un despacho. "Lo tenía en el estadio, cerca del vestuario", recuerda el doctor Gómez. Por allí pasaban algunos jugadores. "Era su consulta. Jamás supe qué recetaba a los futbolistas. Ellos hablaban de un tratamiento con suero. El iba por libre y los otros cinco médicos, en cambio, trabajábamos en equipo". Las primeras apariciones de Fuentes datan de noviembre del 2000. Se desvinculó en mayo del 2001, cuando el equipo finalizó undécimo, todo un éxito.

El episodio más escandaloso fue un partido de Liga en Vallecas. Fuentes entra en el vestuario. Rayo y Las Palmas empatan (1-1). La expedición canaria parte con rapidez hacia el aeropuerto de Barajas. Los servicios de limpieza del conjunto vallecano entran en la caseta visitante y encuentran varias jeringuillas esparcidas por el lugar. Nunca fueron llevadas a un laboratorio para ser analizadas. El doctor Gómez no quiso saber el fármaco que contenían. "Siempre hablaba de vitaminas", comenta el galeno.