Las tres últimas incorporaciones del Mérida, Jesule, Debris y Xavi Moro, reconocían ayer, en su acto de presentación, que no están al mismo nivel físico que sus compañeros que llevan un mes y medio entrenando, pero los tres coincidían en que el objetivo de su nuevo club "debe ser el ascenso de categoría".

Jesule, por su parte, entiende que "el problema del acoplamiento no es tan grave como parece", dijo, para añadir después ante los periodistas que "llevo muchos años en esto y veo que este es un grupo muy joven y con mucha ilusión, algo que facilita mucho las cosas", manifestó el exjugador del Málaga, el más veterano del equipo con sus 35 años.

Por otro lado, Xavi Moro vuelve a Extremadura "una tierra que me encanta", declaró el excentrocampista, entre otros equipos, del Badajoz, y reconoce que "el año pasado nos dejaron una herencia que queremos igualar. Va a ser un camino largo y difícil pero todos debemos remar en la misma dirección", con respecto al partido de mañana en Navalcarnero "hay que ir a ganar".

MIRANDO AL FUTURO El más joven de los tres futbolistas romanos es Kevin Debris. El exjugador del filial del Atlético de Madrid ve al Mérida como un trampolín, por eso, resaltó el nuevo defensa del equipo extremeño de Segunda División B, "si hacemos una gran temporada será muy bueno para todos los jugadores a nivel individual de cara a nuestro futuro".

Quien podría no debutar hasta la tercera jornada es el cancerbero argentino Matías Garavano, ya que arrastra una sanción de tres encuentros de su último equipo en Uruguay y, según apuntó ayer el secretario técnico emeritense, Gudi, "es muy difícil que se la quiten".

Así pues Garavano se perdería los dos primeros encuentros ligueros frente a Navalcarnero y Pájara Playas, y el copero del próximo miércoles frente al Melilla.