"Ojalá vengan los Reyes Magos cargaditos", dijo ayer el entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, que espera contar con algún refuerzo invernal para suplir las numerosas bajas del equipo. Recordó que "no es nuevo esto de las bajas, ya el año pasado hubo este problema" pero que su equipo fue capaz "de lograr el tercer puesto" aunque ahora la situación "es grave" pues tiene solo a catorce jugadores disponibles para afrontar el partido de hoy y las lesiones "se están cebando, especialmente en la zona de atrás". Respecto a la eliminatoria, la calificó de difícil, pues enfrente estará "el mejor equipo del mundo, como refrendan sus títulos ganados".