Jorge Lorenzo se enteró ayer, como todo el mundo, que Dani Pedrosa, el único piloto que, desde hace dos grandes premios, puede evitar su coronación como nuevo y flamante campeón del mundo de MotoGP, ha decidido no viajar a Kuala Lumpur para participar, el próximo domingo (9.00 horas, TVE-1) en el Gran Premio de Malasia.

Esa ausencia convirte, ahora sí, en casi casi campeón al joven piloto mallorquín, ya que para arrebatarle la corona a Valentino Rossi tendrá suficiente con acabar entre los nueve primeros del gran premio que se corre en Sepang, resultado demasiado fácil para él.

"Me hubiera gustado que Dani (Pedrosa) no se hubiera caído, que no se hubiera lesionado y que hubiese terminado el año luchando conmigo el título", señaló ayer el bicampeón mallorquín, "porque tendría más emoción y porque estábamos viviendo un momento muy importante. Dani estaba en una situación difícil, porque normalmente nos tachaban a los dos de que solo ganábamos en categorías pequeñas y, al final, ya ven él y yo eramos los únicos candidatos que podíamos ganar el título". También aseguró que "si Dani ha decidido no venir es porque no se veía capaz de pelear por el podio. Es joven y lo habrá visto complicado".