Diez años después de su último triunfo en pista blanca, el Joventut volvió a ganar al Real Madrid a domicilio y, además, equilibró las semifinales de la ACB, que a partir del jueves se retoman en Badalona con 1-1 en el parcial de la serie. Los catalanes se impusieron por 69-76. La intensidad permaneció inalterable. El Madrid y el Joventut volvieron a vaciarse individual y colectivamente. En esto sobra cualquier reproche para nadie. El matiz reside en que la entrega incondicional a veces no es suficiente para hacer bien las cosas. El Madrid jugó peor que en la apertura de la serie. El Joventut otro tanto de lo mismo. Esta vez, la batalla emprendió un viaje que llevó a la puerta al que menos errores cometió. Al Madrid se le vio en esa línea aplicada que exhibe sus peores días. Rudy Fernández, con 15 puntos, fue el máximo anotador visitante.