Con sólo 31 años se ha convertido en una leyenda del deporte español. A sus dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta y Sydney, Juancho Pérez unió el pasado domingo el mayor título al que pueda aspirar un deportista: campeón del mundo con la selección española de balonmano tras derrotar a Croacia. Por no perder, el pivote pacense no pierde ni su humildad ni su gran sentido del humor.

--¿Ha asimilado ya que es campeón del mundo?

--Todavía no. Estas cosas tardan un tiempo en asimilarse. Es un momento circunstancial porque dentro de dos años hay otro mundial pero cuando estás arriba te acuerdas de los momentos en los que no lo estuviste y lo valoras más.

--Pero es que es usted una leyenda del deporte español...

--Tú lo que pasa es que me quieres mucho (ríe). Simplemente desde que estoy en la élite he coincidido con un momento brillante del balonmano español y no hay que valorarlo de otra manera. Hay que quedarse con lo bueno y valorar también que cuando el equipo no ha estado arriba ha sido por un balón o por un gol. Muchas veces la diferencia entre quedar séptimo y primero es un balón. Si Croacia hubiese empatado con Serbia y Montenegro, España habría quedado séptima.

--Pero qué modesto es. El domingo España arrasó a la campeona europea y mundial dando una de las mayores palizas en una final...

--Fue un partido anómalo. Ni el más iluso ni el más loco soñaba con algo así. No es un tópico que cada partido es una historia y 27.000 pequeños matices juntos coinciden y provocan una victoria que sobre el papel era impensable. Aprovecho para decirle a nuestros sufridores que guarden el partido en vídeo y lo disfruten por los malos momentos vividos.

--España está emocionada por este gran éxito y su teléfono no ha parado de sonar...

--En lugar de un teléfono móvil parece que tengo un brasero, por lo que calienta...Agradezco que la victoria haya hecho tanta ilusión.

-Ha formado parte de varias formaciones de la selección española que han hecho historia en la última década. ¿Este combinado es el mejor?

-Siempre el mejor es el que gana. No sé si antes hubo una selección con más calidad o con mayor potencial pero lo que está claro es que los que hemos estado arriba en el cajón de campeones hemos sido nosotros y hay un abismo de estar en la grada, o segundo a ser el campeón. Las comparaciones no son válidas.

--Y todas esas selecciones han contado con un pivote de Badajoz llamado Juancho...

--Me imagino que dentro de poco seremos dos extremeños porque Carlos Prieto de Mérida está llamando a las puertas. La pena es que en el deporte extremeño seamos habas contadas. Espero que este triunfo permita que dos o tres niños más vayan a jugar al balonmano. Se trata de que los jóvenes salgan adelante con muchisimo esfuerzo y el trabajo impagable de los enamorados, no sólo del balonmano sino de cualquier deporte.

--Sin duda los éxitos de una selección pueden ayudar muchisimo a que crezca el deporte en cuestión pero en Badajoz no acaba de cuajar...

--La alta competición es muy complicada porque las estructuras de los cinco clubes más fuertes de España tienen un presupuesto muy alto y es difícil subir. Si las empresas no apoyan, no hay nada que hacer porque no debes pedir siempre dinero a los ayuntamientos, que hacen lo que pueden.