Al margen de los pésimos resultados con que acabó el 2006 y ha empezado el 2007, un detalle deplorable sacude la profunda crisis que vive el Madrid: la filtración de que Robinho acudió resacoso a entrenarse dos días la semana pasada tras sendas juergas con Ronaldo. El director deportivo, Pedja Mijatovic, no negó lo sucedido ni tampoco las acusaciones que lanzó José Ramón de la Morena de que algunos jugadores "olían a alcohol", como si quisiera trasladar toda la responsabilidad de la crisis a la plantilla.

Este episodio, en flagrante contradicción con la presunta autoridad que tiene que desplegar Capello para atajar este tipo de cosas, ha sacudido al Madrid. El entrenador no mandó al vestuario ni apartó del equipo a Robinho. Incluso le convocó para Riazor, adonde viajó para acabar en la grada. "Problema de alcohol", tituló ayer a toda página la Gazzetta dello Sport.

"Durante esta temporada y temporadas anteriores, algunos jugadores han podido llegar a entrenarse sin estar en condiciones de hacer un trabajo como se debe, pero entiendo que estas cosas tienen que quedar dentro del club", admitió Mijatovic en El Larguero, de la Ser. Luego, añadió que no puede decir que sea cierto lo ocurrido, pero no lo desmintió: "Eso está ahí, ha salido y no es algo agradable de hablar y decir si es verdad o no".

CONFLICTO DE PRENSA Mientras, sin aviso previo, los periodistas se encontraron ayer con que la primera medida del Madrid para atajar la crisis del equipo blanco ha sido decretar hasta nueva orden que los entrenamientos del equipo blanco se desarrollen a puerta cerrada. Sólo durante el primer cuarto de hora, mientras los jugadores suelen realizar estiramientos y ejercicios de calentamiento, se podrán recoger imágenes.

Una medida habitual en Italia, pero que hasta ahora en el Madrid se limitaba a la jornada previa a los partidos. Desde ayer, tanto los informadores como los aficionados, que pagaban una entrada de seis euros por acceder a las gradas del campo de entrenamiento, no podrán seguir las sesiones de preparación de los futbolistas. Incluidos los medios oficiales del club, Realmadrid.com y Real Madrid TV.

Eso y que el designado para comparecer en rueda prensa fue alguien tan representativo como Diego López, portero suplente habitual de Iker Casillas, provocó que los periodistas decidieran realizar un plante en señal de protesta. El día anterior había sido el recién llegado Marcelo el que tuvo que enfrentarse a los informadores, que ayer intentaron sin éxito que fuese Robinho quien saliera a dar la cara ante las graves acusaciones que pesan sobre su persona o, en su defecto, Salgado.

La petición no fue atendida y los periodistas se marcharon de la sala de prensa que da al campo de entrenamiento, cuyas persianas habían sido bajadas, y abandonaron la ciudad deportiva de Valdebebas sin pasar por la zona mixta donde habitualmente tienen lugar las conversaciones individuales con los jugadores madridistas.