Es el único árbitro extremeño que, durante los últimos nueve años, ha podido pitar en Primera División, pese a que colegas como el cacereño Fidel Valle Gil hayan hecho también merecimientos más que sobrados sin que se les diera la oportunidad que merecían. Sin embargo, no parece admitirse que un colegio pequeño como el extremeño tenga a dos colegiados en lo más alto. Carmona, un abogado de prestigio en Badajoz, ha demostrado que tiene un buen nivel como árbitro. Dotado del don de las relaciones públicas, ha logrado la internacionalidad. Poco polémico, se ha hecho respetar, pese a algún Madrid-Valencia que no le dejó bien parado.