Alfred Julbe, entrenador del Cáceres la pasada temporada, tiene una visión particular del descenso de su exequipo, aunque considera que no es "la persona indicada para opinar" porque el club aún le debe "mucho dinero". "Lo que me ocurre a mí define lo que ha pasado últimamente: no se cumplen los compromisos", indica.

El técnico, que continuará en el CAI Zaragoza la próxima temporada --en principio en la Liga LEB--, hace referencia a sus últimos meses en el club, hace ahora un año. "El señor Saponi --alcalde de Cáceres-- prometió el mayor apoyo si yo no estaba. Había que sacrificar a una persona". Aunque fue José María Bermejo el que decidió su no continuidad, Julbe lamenta que el anterior consejo "no aguantara esa presión" en sus dos últimos meses en Cáceres.

Julbe asegura que estaba "ilusionado" con cumplir el año de contrato que le restaba y augura que, de continuar él, se hubiese producido un "renacimiento" en poco tiempo. "Estábamos en un proceso interesante, introduciendo cada vez a más gente de Extremadura. En dos años, la generación que fue sexta de España en cadetes hubiese llegado al primer equipo y hubiese ilusionado a la afición con gente de casa, ya que no podía hacerse con la economía".

Recordando la temporada 2001-02, en la que el Cáceres acabó cuarto por la cola, afirma que "cometieron errores, pero el equipo al final se salvó. No hay que olvidar que habíamos perdido a Paraíso".

Cuestionado por el futuro, afirma que "debe haber un club y eso implica responder a los compromisos que se adeudan" y la LEB "es una buena liga" y que el Cáceres debe seguir siendo "el referente de la ciudad".