Juli Ferrer, actual capitán del Mérida, lo fue en las dos últimas temporadas --con poco más de 20 años-- en el equipo de su ciudad, el Talavera, que es el próximo rival emeritense el domingo.

Precisamente el mayor alboroto futbolístico del verano en la ciudad manchega fue la salida el central, cuando "todo el mundo sabía que era la auténtica perla del equipo", dicen desde Talavera, al igual que afirman que fue "una cabezonería" del entrenador Santi Calvo.

Lo cierto es que el Mérida es quien ahora lo disfruta, pues el jugador está cumpliendo con las expectativas siendo además el capitán, elegido por el propio entrenador, Fabri González. "Es un trabajo que me gusta hacer y que lo hago con agrado, aunque no se me pasaba por la cabeza", afirma un Juli Ferrer que reconoce que "a veces me cuesta dirigirme a hombres como Sabino o Lupidio que han jugado en Primera, pero lo cierto es que desde el más joven hasta los mayores estamos todos al mismo nivel y se ha creado un gran grupo".

Juli Ferrer podría enfrentarse a su hermano mayor, Israel, y espera "un buen recibimiento porque mis tres años allí fueron muy buenos".