Alejandro Valverde encontró ayer un aliado inesperado. Nada menos que Antonio Serrano, titular del juzgado de instrucción número 31 de Madrid, conocido como el juez de la ´operación Puerto´. Este magistrado anuló el auto de su suplente, Ana Teresa Jiménez, y prohibió a las autoridades italianas utilizar pruebas judiciales --entre ellas la bolsa de sangre que atribuyen al corredor y que la jueza permitió sacar de España-- para proceder contra el ciclista en cualquier "hecho ajeno a la investigación de un presunto delito contra la salud pública" en el que el deportista no está imputado.

La fiscalía del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) decidió ayer hacer caso omiso del auto judicial español y activar lo que ya se puede denominar como el lío Valverde . Argumentan que lograron las pruebas de dopaje en el 2004 y le advirtieron que si no se presenta a las 17 horas en el Estadio Olímpico de Roma --donde curiosamente se juega este año la final de la Champions-- le caerán seis meses extra a los dos años de suspensión que planean los italianos.

EL SEQUITO Valverde viaja hoy acompañado por su abogado español, el exciclista José Rodríguez; su técnico, Eusebio Unzué; el abogado del Caisse d´Epargne en España, Paco Fernández y su representante, Paco Sánchez Sabater. En Roma lo espera Federico Cecconi, el letrado contratado por su equipo.

El asunto es turbio. Los abogados contratados en España por el CONI aprovecharon la ausencia del juez Serrano, que estaba de vacaciones, y solicitaron a su sustituta las bolsas de sangre de la ´operación Puerto´, que estaban bloqueadas por orden judicial en el laboratorio antidopaje de Barcelona. El 22 de enero obtuvieron las pruebas. Una pequeña muestra de plasma de la bolsa número 18, que se atribuye a Valverde, viajó y llegó a Roma. El CONI disponía de sangre del corredor, que provenía de un control realizado en el paso del Tour por Italia con resultado negativo. Según el CONI, cotejaron ambas muestras que demostraron que el ADN era el mismo.

"No han podido realizar la comparación porque es una actuación ilegal. No tenían el permiso de Valverde para obtener su ADN. Creemos que lo que ahora quieren es su autorización para conseguirlo", indicó ayer José Rodríguez. Sin embargo, desde Italia dicen que tienen "más pruebas" y que en el 2004 Valverde corrió la Milán-San Remo y el Mundial de Verona, suficiente para sancionarlo.