Hace ya varias semanas que no juega y parece que Mansour Kasse puede decir adiós a la temporada. El ala-pivot senegalés del Cáceres Patrimonio de la Humanidad tiene muchas probabilidades de pasar por el quirófano para reparar la rotura de un tendón de la muñeca de su mano izquierda. Nuevo contratiempo para Ñete Bohigas, que de momento sigue con Luis Parejo en el dique seco y con Sergio Pérez y Alvaro Frutos entrenando entre algodones. Los tres intentarán llegar para el duelo del viernes ante el Prat Joventut (21.00 horas, Multiusos), la primera de las dos importantes finales para los verdinegros, que en ocho días se enfrentan a los dos últimos (Cocinas.com), a los que de ganar podría dejar muy atrás en la clasificación de LEB Oro.

En ninguno de los dos partidos estará Kasse. Lo del senegalés es de auténtica mala suerte. En Palencia, en la jornada 10, una caída le provocó un fuerte esguince en la muñeca izquierda. Su proceso de recuperación era lento pero parecía llegar a su final cuando en el último partido del 2015, cuando apoyaba a sus compañeros desde el banquillo en el duelo ante el Burgos, recibió un fuerte golpe de Añaterve Cruz cuando éste intentaba salvar una bola. Ambos sufrieron consecuencias. Cruz se perdió un partido, pero Kasse se llevó la peor parte. Se ha confirmado una rotura de un tendón en su muñeca y ahora los servicios médicos del club valoran la más que posible operación.

Kasse, según recuerda el club en su web, es uno de los jugadores más queridos por la grada por su entrega y espectacularidad de sus acciones. En los diez partidos que ha disputado sus números son de dos puntos de media, 2,5 rebotes y casi un tapón por encuentro en poco más de diez minutos.

La gran duda ahora en el Cáceres es fichar o no fichar. La ausencia de Kasse o cualquier otro jugador no solo se nota en los partidos, también en el trabajo diario, ya que los entrenamientos no se pueden desarrollar con normalidad, como Bohigas ha dicho en más de una ocasión. El problema para poder fichar es el dinero. Con una 'economía de guerra', no parece fácil. Además, el Cáceres, como otros clubs de la ciudad, está pendiente de parte de la subvención del año pasado comprometida por el ayuntamiento. A la entidad de baloncesto aún se le adeuda la mitad de lo firmado, unos 32.500 euros.