MONACO 3: Roma; Ibarra, Rodríguez, Givet, Evra; Giuly (El Fakiri min.82), Plasil, Cissé, Rothen, Morientes (Adebayor min.85) y Prso (Nonda min.60).

REAL MADRID 1: Casillas; Salgado (Raúl Bravo min.84), Helguera, Mejía, Roberto Carlos; Borja (Solari min.71), Guti (Portillo min.88); Figo, Zidane, Raúl; Ronaldo.

GOLES: 0-1 min.35: Raúl. 1-1 min.45: Giuly. 2-1 min.48: Morientes. 3-1 min.66: Giuly.

ARBITRO: Pierluigi Collina (ITA). Mostró tarjeta amarilla a Borja e Iván Helguera.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vuelta de los cuartos de la Liga de Campeones.

El Real Madrid vivió una de las noches más negras de su historia reciente en el estadio Luis II de Montecarlo, donde el Mónaco convirtió en realidad un sueño que parecía imposible y dejó fuera de la Liga de Campeones al equipo español con un triunfo por 3-1 que le sirvió para contrarrestar el 4-2 que encajó en la ida.

Después de estar en la penúltima ronda del torneo las cuatro ediciones precedentes, el Madrid dijo adiós a la competición en la que ha cimentado su prestigio con una actuación lamentable.

Marcó primero y lo tuvo todo a favor, pero pecó de soberbia. Creyó que tenía herido de muerte a su adversario, no le asestó el golpe de gracia y le aupó hacia el triunfo por culpa de sus propios errores y de su indolencia.

El Mónaco, un equipo muy inferior al Real Madrid, hizo tambalearse el cuarto proyecto deportivo de Florentino Pérez. Al equipo blanco ya sólo le queda la Liga para salvar la temporada.

EL PLANTEAMIENTO Carlos Queiroz apostó por Borja Fernández para cubrir la baja del sancionado David Beckham y volvió a confiar en Alvaro Mejía, que formó pareja con Iván Helguera en el centro de la defensa.Toda una declaración de intenciones del técnico luso.

El Real Madrid se vio inmerso en una batalla menos intensa de lo esperado, pero el equipo blanco no está para florituras en los últimos tiempos. Jugó la primera parte con demasiada parsimonia, sin un hombre que fabricara su fútbol en el centro del campo, y con Ronaldo y Raúl muy aislados.

Sólo Figo dio cierto criterio al juego de ataque del equipo de Queiroz en la primera mitad, pero Roma apenas tuvo trabajo. Casillas tampoco, aunque la potencia de Prso, la velocidad de Giuly y la movilidad de Morientes crearon algunos problemas a la zaga madridista. La única vez que Casillas tuvo que emplearse a fondo fue para despejar un tiro de Morientes tras una falta indirecta al borde del área (minuto 28).

CALMA MOMENTANEA El Madrid se desperezó con una arrancada de Ronaldo, un centro que dejó pasar Guti y un zurdazo colocado de Raúl que entró por la escuadra derecha de la portería del Mónaco. Se cumplía el minuto 36 y la eliminatoria parecía resuelta. Pero Giuly batió a Casillas con una potente volea que entró por bajo en el tiempo añadido de la primera parte, y en el arranque de la segunda Morientes, con un espléndido cabezazo, firmó un gran gol y puso al Real Madrid al borde del precipicio.

Con todo a favor, el Real Madrid se había relajado en exceso, se había creído que tenía el trabajo hecho y dio aire a un rival que comenzó a creer en el milagro.

Morientes desperdició una excelente oportunidad de marcar el tercer gol del Mónaco en el minuto 59, con el equipo madridista en plena crisis, incapaz de contrarrestar la avalancha que se le vino encima y que culminó con un gol de espuela de Giuly (m.65) tras un centro cruzado de Ibarra.

SIN REACCION A base de empuje, porque buen juego nunca exhibió, el Real Madrid buscó el gol que le salvara del desastre en la recta final, pero no lo consiguió. Raúl marcó uno, de cabeza en el minuto 73, pero fue anulado por fuera de juego. Y fuera de juego en Europa se quedó el equipo de Queiroz en una noche para el olvido.

El estadio Luis II, donde perdió dos veces la Supercopa continental, fue una tumba para el Real Madrid, que se salvó de una goleada más contundente porque los postes de la portería de Casillas repelieron dos remates del equipo monegasco en los últimos minutos a remates de Nonda y de Adebayor.