El Barcelona afronta el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey ante el conjunto ché convencido de que su estado de ánimo, su inercia ascendente, debe alcanzarle también para convertirse en finalista del torneo del KO. El visitante está entrenado por un histórico del barcelonismo, Ronald Koeman, autor del gol que llevó a la primera Copa de Europa.

Enfrente, los azulgranas tendrán a un rival sumido en una profunda crisis institucional y deportiva que se aferra a esta competición --la única en la que el Valencia ha sido realmente el Valencia-- para salvar una decepcionante temporada.

Tras recortar siete puntos al Real Madrid en la Liga durante el último mes y dejar encarrilada su clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones con una exhibición de juego en Celtic Park (2-3), los hombres de Frank Rijkaard, que dará descanso al recuperado Ronaldinho, buscarán hoy una nueva victoria en el Camp Nou que refrende su dulce estado de forma y le permita afrontar con garantías la vuelta en Mestalla.

El equipo azulgrana llega a la fase decisiva en el mejor momento de la temporada. Ha dejado atrás su estado depresivo y el juego miedoso y especulativo que le ha acompañado los últimos meses para recuperar sus señas de identidad: el fútbol de toque y presión. Con el regreso de Eto´o ha vuelto el gol y los últimos resultados, además, han reforzado su autoestima y han despejado casi todas las dudas sobre el potencial del equipo.

El equipo entrenado por Ronald Koeman, prematuramente fuera de Europa y sumido en la mediocridad liguera, ha ofrecido, no obstante, una buena imagen en la Copa, la única competición en la que ha respondido a las expectativas y a la que se aferra para salvar una temporada en la que todavía está lejos de alcanzar sus objetivos mínimos.

BUEN BALANCE En las tres eliminatorias precedentes, ante el Real Unión de Irún, Betis y Atlético de Madrid, los valencianistas han cosechado un balance favorable de cinco victorias y una derrota, con doce tantos a favor y seis en contra, además de haber ofrecido puntualmente destellos de buen juego.

Para este encuentro, el equipo pierde a Carlos Marchena, aquejado del síndrome ´cola del astrágalo´, pero recupera a Iván Helguera, que cumplió un partido de sanción por acumulación de amonestaciones contra el Recreativo de Huelva, y a David Villa, a quien se le da bien jugar en el Camp Nou, pues ha marcado al menos un gol en sus últimas cuatro visitas.

La baja del futbolista andaluz obligará a Koeman a recomponer su centro del campo habitual, bien con la presencia de David Silva, que acompañaría al holandés Hedwiges Maduro y al argentino Ever Banega, tal y como ya sucedió en el partido de Liga contra el Recreativo, bien con la entrada de Stephen Sunny Sunday como pareja de Maduro en el pivote defensivo y el argentino por delante.

BAJAS Y ALTAS Por lo que respecta al Barcelona, Rijkaard ha dejado descanso a Ronaldinho argumentando que "quedan por delante muchísimos partidos" y ha recuperado a Deco y Henry, ausentes en el último partido de Liga ante el Levante.

Mientras tanto, el mexicano Rafael Márquez, que arrastra un golpe en un pie desde el encuentro de Glasgow, sigue de baja. En cualquier caso, ahora no preocupa nada esta ausencia en un renacido Barcelona.