Felicidad total en los rostros de los blanquinegros, aunque conscientes de que tras eliminar al Bergantiños y al Antequera, aún queda el último paso y será complicado. Juan Marrero destacó el grandísimo esfuerzo físico realizado por sus jugadores. El entrenador del Badajoz reconocía que el 2-1 había sido corto «por ocasiones, ya que hemos tenido muchas, incluso en la primera media hora. Cuando nos adelantamos, desperdiciamos muchas oportunidades para hacer daño, pero con 40 grados no les puedo pedir más. Es normal que hayamos tenido algún bajón físico pero además de sin balón que hemos hecho mucho, con balón también hicimos mucho daño. La idea era presionar arriba y ser muy intensos pero ellos son jugadores de Segunda B y si bajábamos la intensidad lo pasaríamos mal, como sucedió en los 15 últimos minutos de la primera parte. Con 40 grados, correr como lo hemos hecho es dificilísimo pero ese plus de oxígeno nos lo ha dado la afición. La grada ha estado de 12. Badajoz es un gigante dormido y es un lujo, que muy pocos equipos tienen en Tercera. Con una asfixia tremenda, el futbolista ha notado el apoyo y ha volado. Hemos transformado una mirada de poca ilusión al principio con los ojos de la afición ahora que son de ilusión y eso es culpa de mis jugadores».

Las claves eran, “primero, la presión alta para que no salieran limpios con el balón porque si robábamos les haríamos mucho daño y después juntarnos porque meten mucha gente por dentro. Hay jugadores que durante la semana han estado en cama como Santigosa con fiebre, vienen de lesiones...».

Marrero recordó que el Badajoz es el único que puede ascender a Segunda B esta temporada.