El discurso ha cambiado. Hay buena sintonía en el vestuario, sensaciones positivas en lo deportivo, confianza de los técnicos, de los directivos y de los aficionados. El nuevo proyecto del Cáceres Patrimonio de la Humanidad cambia de estrategia. Ahora se pide prudencia e implicación, lejos de los cantos de sirena de la ACB que, justo hace un año, se habían extendido y vendido , con más o menos intención, desde el club.

"Hay buenas sensaciones, pero hay que pedir mesura. Esta pretemporada es para hacer pruebas. Habrá mejores y peores días, aunque es evidente que las sensaciones son buenas". El argumento-razonamiento es de Gustavo Aranzana, técnico del Cáceres, y la reflexión del entrenador estaba enmarcada en la presentación de los dos partidos, los días 14 y 16, ante el Samara ruso y el Real Madrid.

El llamamiento a la implicación fue una constante en todos los participantes en la rueda de prensa del Agora. Hasta Juan Carlos Macasoli, responsable de eventos de Amstel, patrocinador de los torneos, hizo incidencia en este factor. Y el diputado de Deportes, Alvaro Arias, del mismo modo, recordando el artículo que el consultor externo de marketing del club, Javier Murugurren, escribió ayer en este diario.

"Los rusos son un equipo de categoría, con varios NBA", dijo el presidente, José Manuel Sánchez. "No hay excusa", expresó Aranzana. Cómplice también fue el concejal de Deportes, Pedro Muriel, que alabó el "esfuerzo tan grande que está haciendo la directiva" en reflotar el proyecto baloncestístico de este año, por lo que pidió que los aficionados apoyen. "Se tienen que dar cuenta de lo que se está haciendo y tienen que dar un paso adelante", sugirió.

Con las entradas ya a la venta (desde ayer, hoy no y desde mañana en la sede del club), hay una duda: las semifinales del Eurobasket del día 16 condicionarán el horario del partido ante el Madrid. Dependiendo si España juega una de ellas, y lo hace en el partido fijado a las ocho, el partido ante el Madrid no sería a las nueve, sino a las diez de la noche.