El corredor norteamericano Floyd Landis, tal y como quedó sentenciado ayer en la penúltima etapa contrarreloj, se ha proclamado vencedor del Tour de France 2006 en la meta París. Nueve vueltas al circuito de los Campos Elíseos de París han puesto un final meteórico a un Tour de Francia. El ciclista gallego del Illes Balears Óscar Pereiro y Andreas Klöden han subido finalmente al podio en segunda y tercera posición. El noruego Thor Hushovd (Crédit Agricole) ha sido quien ha ganado al sprint la etapa número 20 y final de este Tour, de 154,5 kilómentros entre Sceaux-Antony y Paris.Sucesor de Armstrong Landis se ha convertido así en el tercer americano que inscribe su nombre en el palmarés de la "grande boucle", tras Greg Lemond y Armstrong, su ex jefe durante tres años en el US Postal.A sus 30 años, Landis logró en su quinta participación en el Tour y en el segundo año como líder del Phonak, mantener la bandera de los Estados Unidos en lo más alto del podio de los Campos Elíseos.Landis pasó a la historia al rematar con broche de oro una hazaña que se recordará en los libros sagrados de esta prueba centenaria. Tras sufrir un desfallecimiento en La Toussuire donde perdió ocho minutos, resucitó al día siguiente en una jornada con cinco puertos para recuperar el tiempo perdido en un enorme "golpe de rabia" y tras sufrir la mayor "humillación" de su vida.Aquella gesta le costó a la postre el maillot amarillo al español Oscar Pereiro, el gran animador del Tour con cinco días de amarillo. Un buen premio que iguala el puesto de Beloki en 2002, último español que visitó el cajón en París. El alemán Kloden, segundo en 2004, hizo su homenaje como tercero a su compañero y amigo Jan Ullrich. Carlos Sastre (CSC) terminó en una cuarta plaza que puso saber a poco después de una gran carrera, mientras que Haimar Zubeldia (Euskaltel) ocupó una meritoria novena plaza.Imprevisible y loco El Tour 2006 ha sido caprichoso, imprevisible y loco, alejado del pronóstico marcado de los últimos 7 años. Ha ofrecido un espectáculo interesante y atractivo hasta el último kilómetro, a pesar de que los antecedentes fueron patéticos, como admitió el director Jean Marie Leblanc, que abandona el cargo tras 18 años de servicio. Las exclusiones de los favoritos y el ambiente previo por culpa de las consecuencias de la Operación Puerto, hicieron temer lo peor, pero la realidad fue otra con los corredores en el asfalto. Nadie preguntó por Ullrich, Basso o Mancebo. Tampoco por la media de velocidad.Para olvidar quedó la caída y retirada de Valverde en la tercera etapa, la nueva decepción de Iban Mayo, que también se bajó de la bicicleta y la pena de haber perdido Sastre una plaza en el podio. De la etapa e Morzine y la lluvia de minutos en la galopada de Landis, se acordarán algunos que jamás verán más cerca un triunfo en esta carrera.Balance positivo Por su parte, Eusebio Unzue, director del equipo Illes Balears, ha dicho que para su equipo "el Tour ha sido magnífico", aunque se queda con "la pena de haber estado cerca de conseguir algo grande". "Para nosotros este Tour ha sido magnífico, en todos los sentidos. Estar en el podio en París es algo tan bonito. Siempre me queda cierta pena de haber estado tan cerca de conseguir algo grande, pero también soy consciente de todo lo que nos pasó", ha dicho Unzue. El técnico navarro ha señalado que la edición 93 del Tour de Francia "ha recuperado la emoción que hacía tiempo no tenía. Ha sido un Tour más humano, más competitivo y también más imprevisible: no pasaban 48 horas sin tener una gran sorpresa". Problemas en la cadera Volviendo al vencedor, Landis, lo que muy pocos sabían hasta hace unos días es que el ciclista tiene un problema en su cadera derecha y, después de haber culminado el Tour, se someterá a una operación en la que le implantarán una prótesis de cadera.