Los 67,5 millones de euros que ha pagado el Real Madrid por Kaká son "un precio desorbitado" y que "distorsiona el mercado", afirmó ayer Joan Laporta. El presidente del Barça criticó la actitud de Florentino Pérez en su regreso al club blanco y lamentó las repercusiones que provocará.

La primera consecuencia que sufrirán los clubs compradores --entre ellos, el Barcelona-- será la inflación del mercado, después de que durante los últimos veranos nadie haya pagado más de 50 millones de euros por un futbolista.

MASCHERANO Aunque Laporta dijo estar "tri-tranquilo", haciendo un juego de palabras con el triplete logrado este año, el presidente sabe que el dispendio de millones de Pérez encarecerá los fichajes que persigue el club azulgrana. Entre ellos, el del mediocentro del Liverpool Javier Mascherano, como avanzó este diario. Por muy buena predisposición que tenga y por "muy factible" que sea el traspaso. "Si un club como el Barcelona quiere llevarte a sus filas después de haberlo ganado todo, obviamente el jugador va a decir que sí, que quiere jugar allí", explicó Walter Tamer a RAC 1.

Laporta aseguró ayer, antes de partir hacia Nueva York, que el Barça mantendrá la estructura salarial y evitará pagar los precios "desorbitados" que sí está dispuesto a asumir el Madrid. Pero de momento, Florentino ya le ha creado un problema.