Ni el mismísimo Ramón Calderón podía imaginar que seis días después de presentar su dimisión volvería a lucir su condición de presidente. Eso sí, con un perfil mucho más bajo, porque el regalo de Angel María Villar al exmandatario del Madrid consiste en presidir la comisión de los actos del centenario de la Federación Española de Fútbol (RFEF).

Calderón llegó a la junta directiva de la federación, de la que es miembro desde noviembre del 2006, con la idea de poner su cargo a disposición de Villar, algo que ya le comunicó hace unos días al presidente de la RFEF. No solo no fue así, sino que el expresidente blanco salió reforzado. Su amistad con Villar ya quedó demostrada cuando el dirigente federativo posó con la camiseta del Madrid en una reunión de amigos.

En el capítulo de elogios que recibió Calderón no faltó el de Joan Laporta. En contra del parecer de buena parte del barcelonismo, que deseaba que el Madrid continuara regido por Calderón, el presidente del Barcelona destacó su labor: "Ramón Calderón ha sido un gran presidente del Madrid. Un presidente ganador y valiente, que ha fomentado la concordia entre los dos clubs. El encuentro con él ha sido muy emotivo porque los presidentes de clubs estamos sometidos a una presión que a veces es insoportable".

Laporta no teme que un posible regreso de Florentino Pérez propicie otro caso Figo con Messi. "Sé que Leo, que para mí es el mejor jugador del mundo, está muy contento y comprometido con el Barça", aseguró el presidente azulgrana, que también ensalzó a Guardiola por la gestión del mal comportamiento de Etoo en el entrenamiento del pasado martes. "Este caso ya está resuelto. Guardiola sabe manejar muy bien el vestuario, marca el principio de autoridad y también el respeto", añadió.

FIESTA EN LA DISCOTECA Calderón, por su parte, no debió sentirse muy estresado en la cena que mantuvo el miércoles en una discoteca de moda de Madrid, propiedad de Pedro Trapote, uno de los directivos blancos. A la cita asistió Luis Bárcena, el primero que pagó por el pucherazo en la asamblea del 7 de diciembre, que le costó el cargo a Ramón Calderón.

Tampoco faltó el famoso Nanín, uno de los fontaneros del exdirigente blanco y del que Calderón aseguró que solo le había visto "cinco o seis veces".

Mientras el expresidente del Madrid relataba sus últimas vivencias, la plataforma Etica Madridista, que cuenta con 300 socios, se reunía en un hotel de Madrid. Su presidente, Eduardo Fernández de Blas, junto a 200 socios, ya presentó la impugnación de la última asamblea del Madrid. "Ahora mismo en el club no hay comisión de disciplina ni junta electoral, por lo que no se podrían convocar elecciones de manera inmediata", dijo De Blas, que se desmarcó de cualquier vinculación con Florentino Pérez.

"Ni somos una plataforma para las elecciones ni respaldo opción alguna para la presidencia", dijo el líder de la plataforma.