El presidente del Barcelona, Joan Laporta, prometió ayer una aplicación rigurosa del código interno de disciplina de la entidad y exigió a los jugadores un mayor grado de compromiso con el club, en una comparecencia de 45 minutos ante casi un centenar de periodistas en la sala de prensa del Camp Nou.

"Se aplicará con rigor el código de disciplina interno y no se tolerarán comportamientos que falten a la profesionalidad imprescindible que se ha de tener", explicó Laporta, quien también indicó que las altas y bajas de la plantilla "ya están decididas".

El presidente también anunció que se aplicarán las sanciones que figuran en las normas internas en caso de que los jugadores no cumplan sus compromisos con la entidad y adelantó que se intensificará el control sobre la preparación física de la plantilla. "Se trabajará para integrar mejor la preparación física con el trabajo del cuerpo médico", comentó Laporta, quien también advirtió a los jugadores de que deberán acudir a los actos del club que la entidad considere oportunos.

Joan Laporta reconoció que todos los estamentos se han dejado "arrastrar por la inercia de la autocomplacencia" y que algunos jugadores se han "extralimitado", por lo que anunció que se tomarán las medidas pertinentes en este sentido. "Hay jugadores ante los que hay que quitarse el sombrero, otros a los que no tengo nada que recriminar y otros que no han tenido el compromiso que deseábamos. Algunos se han relajado en cuanto a profesionalidad, compromiso e ilusión", lamentó.

Para evitar la dinámica negativa en la que se ha instalado el vestuario azulgrana, Laporta prometió tomar "medidas que afectan al compromiso de los jugadores", aunque aseguró tener "muy claro" que todos los integrantes del club son responsables del final de temporada, con Supercopa de España y Copa Cataluña como único botín.

RETRASOS El dirigente explicó que uno de los grandes errores de la junta directiva ha sido intervenir con retraso en el vestuario para solucionar la fractura entre los jugadores y los actos de indisciplina. "Escuchas rumores, pero un presidente del Barça tiene que hacer caso a evidencias y certezas. Cuando las personas de confianza te comunican lo que pasa, que la dinámica es preocupante, ya era tarde y nuestra medida fue confiar en el cuerpo técnico para que provocase una reacción del grupo; por eso entiendo que en la junta también somos responsables", detalló.

En un intento de frenar "los problemas graves de orden interno" que han sacudido al Barcelona, Laporta insistió en que el club se dejó llevar por un exceso de confianza, "confiando en que el talento superaría todas estas situaciones", pero subrayó que las decisiones tomadas con vistas al futuro son "independientes de si se hubiese ganado la Liga". Diagnosticado el problema y reconocida la fractura que ha vivido el vestuario, Laporta recetó "autocrítica".

Así, Joan Laporta insistió en que la junta ofrecerá "todo su apoyo" al entrenador y al cuerpo técnico a la hora de ejecutar "posibles sanciones" en caso de indisciplina o falta de profesionalidad. "Tenemos la sartén por el mango y estamos motivados para aplicar este modelo", anunció.

El presidente desveló también que la directiva no intervino antes en el vestuario porque tenía "la sensación de que no afectaría al resultado final".