Vuelve el baloncesto. De plata, pero baloncesto. El Cáceres Destino Turístico vive hoy el estreno de la Liga LEB en medio de un ambiente de contenida expectación. La visita del Melilla (20.30 horas) es el segundo capítulo del exitoso estreno de la competición con la victoria en Zaragoza.

El futuro no es lo que solía ser. Los últimos once años Cáceres ha visto a los grandes del baloncesto español y ahora deberá adaptarse a un segundo escalón que no tiene por qué ser indigno. Ser un equipo importante dentro de la LEB, ofrecer un juego atractivo y recuperar el entusiasmo de la afición son los grandes alicientes en el multiusos, más allá de conseguir una plaza de ascenso que nadie sabe si se podría aprovechar.

MORALES, MERMADO

El choque llega rodeado de algunos problemas. No jugará Derell Washington, cuya rotura fibrilar se ha complicado, y no lo hará al cien por cien Juanmi Morales, recuperado parcialmente de un golpe en el cuadriceps y cuya presencia en los entrenamientos de esta semana ha sido mínima. El juego exterior cacereño queda así debilitado, teniendo únicamente sanos entre los aleros a Damon Johnson y Javi Pérez Iniesta. En todo caso, Ñete Bohigas --que también vivirá un día especial al estrenarse al fin como primer entrenador verdinegro en Cáceres-- sigue apelando a la fortaleza defensiva que ya ha acreditado el grupo y a los valores individuales en ataque de jugadores como Pedro Rivero y Bryan Sallier.

En todo caso, en el club son conscientes de lo importante que sería prolongar el optimismo inicial, sobre todo por motivos de imagen. Enfrente estará todo un clásico de la categoría que viene de ganar al Inca.