LIVERPOOL: Dudek; Finnan, Hyypia, Carragher, Traore; Biscan, Hamann (Kewell, m.73); Luis García (Núñez, m.84), Gerrard, Riise; Baros (Cissé, m.60).

CHELSEA: Cech; Geremi (Huth, m.76), Carvalho, Terry, Gallas; Makelele; Tiago (Kezman, m.68), Lampard, Gudjohnsen; Cole (Robben, m.68), Drogba.

GOL: 1-0: m.4: Luis García.

ARBITRO: Lubos Michel (Eslovaquia). Amonestó al local Baros.

INCIDENCIAS: En el minuto 84 del encuentro saltaron al terreno de juego un par de aficionados, con una camiseta alusiva al ya célebre Jimmy Jump.

El español Rafael Benítez, con otra lección táctica, devolvió al Liverpool toda su grandeza y le envió a la final de la Liga de Campeones, gracias a una victoria sobre el Chelsea, materializada por otro español, Luis García, que le permitirá luchar por el título continental, el 25 de mayo, en Estambul.

Benítez volvió a impartir magisterio. Si en Stamford Bridge buscó una mayor posesión del balón y demoró la finalización de cada jugada, en Anfield quiso aprovechar tanto la excitación que transmitía una grada que necesitaba justificar su fama como la ausencia de Xabi Alonso.

Fue una jugada lanzada por Steven Gerrard, que dejó al checo Milan Baros solo ante Cech. El delantero del Liverpool levantó el balón sobre su compatriota, quien le trabó para evitar que culminase la acción. Atento, marcó Luis García, pese al inútil esfuerzo del francés William Gallas por evitar que la pelota traspase la línea.

Con tan sólo cuatro minutos de juego, el Liverpool tuvo la final de Estambul más cerca y al Chelsea donde quería; obligado a llevar la iniciativa.

Fue, entonces, cuando pareció más acertada la decisión de Benítez de dotar a su equipo de otra línea de seguridad, por delante de la defensa, con el alemán Dietmar Hamann, sustituto de Xabi Alonso, y el croata Igor Biscan. El Chelsea se encontró, durante todo el primer tiempo, con un campo lleno de minas. Una acumulación de jugadores que, sin extremos para llevar el juego a las bandas, no supo cómo sortear.

En un final frenético, pudo sentenciar otra vez Cissé y, también, entrar en la final el Chelsea, si el islandés Eidur Gudjohnsen no hubiese enviado el balón fuera con todo a favor (m.95). No lo hizo y, a la cuarta, el Liverpool de Benítez se resarció de todos los sinsabores de la temporada ante el Chelsea de Mourinho y entró en la final europea.