El británico David Millar, del equipo Cofidis, se adjudicó la decimoséptima etapa de la Vuelta disputada entre Granada y Córdoba después de un despliegue de clase que le permitió afrontar en solitario los últimos quince kilómetros y resistir el empuje de un grupo de cuatro perseguidores, mientras que el líder, Isidro Nozal, arrancó con tranquilidad otra hoja del calendario. Millar, un consumado especialista en la contrarreloj --segundo en las de Zaragoza y Albacete--, tenía marcada esta etapa para apuntarla en su palmarés, pero según explicó, tuvo dudas sobre dónde atacar. Lo hizo en pleno ascenso al Alto de San Jerónimo y acertó.

El ciclista escocés, de 26 años, coronó en cabeza y se lanzó como un cohete hacia la meta cordobesa, sin dar la más mínima opción a los otros cuatro componentes de la escapada buena del día desde los primeros metros del único puerto de la jornada.

Fue aumentando su ventaja para presentarse vencedor con 36 segundos de ventaja sobre Alberto Martínez, Sevilla, Rasmussen y Unai Osa. El pelotón se presentó en un puñado de segundos con Zabel al frente. Un día más a una velocidad muy alta: 47.489 kilometros por hora.

La general no registró cambio alguno con el líder más cerca de alcanzar su sueño en Madrid. Los favoritos pasaron otra página en espera de las etapas en la sierra madrileña y sobre todo de la cronoescalada de Abantos.

FUERTE MARCHA

La etapa ofreció mucho calor y ritmo elevado desde el banderazo de salida, con constantes intentos de fuga. Había prisa por terminar para arreglarse y tomar el AVE rumbo a Madrid. El ONCE echó una mano como gesto para la galería, con el líder siempre a buen recaudo.

El ascenso al Alto de San Jerónimo descartó al italiano rey del esprint Alessandro Petacchi, incapaz de afrontar las cuestas de un pequeño puerto de tercera. Allí David Millar metió el turbo a tres kilómetros de la cima dejando la compañía de Sevilla, Mercado, Alberto Martínez, Unai Osa y Rasmussen. En solitario y con la meta a 12 kilómetros, se inició el juego de la persecución.

En el descenso del puerto Mercado se dejó caer a un pelotón que marchaba a 39 segundos de Millar, donde el Milaneza trabajaba a destajo para la llegada de Angel Edo, pero fue inútil.