Algo han hecho. El belga Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, debía de tomar alguna decisión días antes de que se inauguren los Juegos Olímpicos de Atenas después de que la BBC demostrase que aún hay miembros del senado olímpico dispuestos a venderse por un plato de lentejas. Rogge, en la primera de las muchas reuniones que mantendrá estos días en Atenas, dio el visto bueno a la decisión de la Comisión Ejecutiva del máximo organismo que preside y firmó la expulsión del indonesio Bob Hasan, condenado en firme en su país a penas de cárcel por corrupción y estafa, y la suspensión temporal "de sus funciones olímpicas" del búlgaro Ivan Slavkov, presidente del Comité Olímpico Búlgaro, implicado en una supuesta compra de votos para la elección de Londres como sede de los Juegos Olímpicos del 2012, según reveló recientemente la BBC.

TOLERANCIA CERO La expulsión de Hasan, que ya estaba suspendido cautelarmente desde 2001, no será firme hasta que la ratifique el pleno del COI del próximo martes, pero puede darse por aprobada ya que no existen precedentes de falta de acuerdo en decisiones de este tipo. "Hace tiempo que decidimos aplicar en el COI la tolerancia cero en un doble sentido: contra la corrupción y contra el dopaje", declaró en una breve conferencia de prensa el propio Rogge, que añadió con tono cariacontecido y cabizbajo: "Haremos respetar las reglas aunque sea a costa de decisiones dolorosas como éstas. No estoy sólo decepcionado. Tienen ante ustedes a un hombre enfadado".

Hasan, de 73 años, abandonará el organismo por haber sido condenado en sentencia firme en su país, acusado de varios delitos de corrupción y estafas multimillonarias.

Hasan, miembro del COI desde el año 1994, ingresó finalmente el pasado año en la cárcel tras diversas apelaciones en distintas instancias, según revela Natalia Arriaga, de la agencia Efe. Es la primera vez que el COI expulsa a alguno de sus miembros desde la grave crisis que vivio en 1999, cuando echó a seis de ellos como consecuencia del escándalo de Salt Lake City.

En cuanto a Slavkov, ha sido suspendido temporalmente por estar dispuesto a vender su voto en la elección de la sede de los Juegos del año 2012, como demostró la BBC tras tenderle una trampa. Un reportero se hizo pasar por representante de una empresa encargada de defender los intereses de Londres y logró entrevistarse con Slavkov, que se expresó como si estuviese dispuesto a negociar su voto.

Rogge subrayó ayer que la candidatura de Londres "nunca ha estado implicada en ninguna irregularidad". Slavkov, miembro del COI desde 1987 y presidente también de la federación de fútbol de su país, hace el número 26 por antigüedad entre las 124 personas que, de momento, forman el máximo organismo deportivo.

DERECHOS HUMANOS Rogge indicó que el COI respetará el derecho de toda persona a defenderse, pero ha sugerido que los hechos parecen claros: "Lo difícil es encontrar la prueba de culpabilidad, pero una vez que la tienes es fácil tomar decisiones". A Slavkov se le retiró ayer su acreditación para Atenas-2004 y, curiosamente, su expulsión se materializará en la sesión que tendrá lugar, en julio próximo en Singapur, donde precisamente se votará la sede del 2012 por cuya organización luchan Londres, Madrid, París, Moscú y Nueva York.

La Ejecutiva del COI aprovechó la ocasión para declarar "personas non gratas" a cuatro agentes que suelen ofrecerse a las ciudades candidatas para ayudarles a buscar votos: Gabor Komyathy, Mahmood El Farnawani, Muttaleb Ahmad y Goran Takac, que actuó de intermediario entre Slavkov y la BBC.

Mientras, el Gobierno griego anunciaba que "no permitirá" la entrada en el país al ministro de Turismo y Deportes bielorruso, Yuri Sivakov, también jefe de la delegación olímpica que participará en los Juegos que se inician el viernes por su implicación en violaciones de derechos humanos.