El balonmano extremeño sigue sin despertar. El trabajo que se está realizando desde la federación y por parte de algunos clubs, en una casi titánica obsesión por encontrar una vía financiera para intentar escalar peldaños deportivos, se está encontrando con dificultades añadidas. De todas formas, hay un par de señales que invitan al optimismo: la buena experiencia del Pines este año en la Primera Nacional, pese a su carácter efímero, ya que los pacenses van a descender sin remisión. La otra está por aún llegar ya que habrá, de nuevo, al menos un equipo extremeño en la categoría por expresa invitación de la federación nacional. El Pines vuelve a tener opciones, aunque el Cáceres, subcampeón regional, tiene el respaldo del ayuntamiento y alguna empresa. Falta le hace al balonmano extremeño que cuente con un equipo medianamente importante, aunque habría que recordar que la Primera Nacional es la tercera en importancia. ¡Con qué poco nos conformamos!