En una montaña rusa de sucesos y sensaciones en el trazado de Bakú, emergió Lewis Hamilton para anotarse la primera victoria de la temporada. «Ha sido una carrera muy emocional, Valteri hizo un gran trabajo y se merecía la victoria, pero he tenido suerte, Por eso me encuentro un poco raro pero, en fin, he ganado», se disculpó con elegancia el británico, flamante líder del mundial.

La salida resultó algo caótica. Hiko Hulkenberg se llevó por delante a Kimi Raikkonen, y Sergei Sirotkin a Fernando Alonso. Los dos campeones del mundo pudieron reparar parte de los daños en los boxes, pero perdieron muchas posiciones. «Llegué la pit de milagro, sin fondo plano, cambié las ruedas. Me dijeron que no sabían si podría acabar la carrera. Te temes lo peor, pero pude hacer cosas. Otros hubieran retirado el coche, y luchamos cada décima, cada vuelta, rozando los muros, ha sido quizá la mejor carrera de mi vida», explicó el asturiano tras finalizar séptimo.

el inicio / Vettel dominaba la primera parte de la carrera por delante de Bottas, Hamilton y los dos Red Bull, entre los que Daniel Ricciardo era más rápido que Max Verstappen. El australiano le adelantó en pista, pero a la vuelta de la parada en boxes, regresó por detrás. Y en el siguiente intento de adelantamiento, llegó el desastre para Red Bull.

El reglamento solo permite dos cambios de dirección en la defensa de una posición y prohibe expresamente hacer un cambio de dirección en la zona de frenada. Verstappen infringió las dos normas. Hay que hacerlo muy mal para chocar con Daniel Ricciardo, el tipo más fino y limpio en esa maniobra, con una precisión quirúrgica, para apurar un par de centímetros en maniobra a más de 300 kilómetros por hora.

El accidente de los Red Bull propició la entrada del coche de seguridad y Valteri Bottas, el único que no había parado hasta entonces, se benefició de la neutralización para hacer su parada y colocarse líder, ya que el resto de pilotos también se detuvieron para colocar el neumático más blando de cara a las últimas vueltas.

En el lanzamiento, Vettel se pasó de frenada en el intento de adelantar a Bottas y acabó rebasado por Hamilton, y casi por Raikkonen. Pero el tremendo plano que provocó en la frenada dejó sus ruedas cuadradas, hasta el punto de perder posición con Raikkonen y Sergio Pérez, y sin dejar de mirar por el retrovisor por donde aparecía el Renault de Carlos Sainz. Y cuando parecía que el doblete estaba servido para Mercedes, un pinchazo dejó fuera a Bottas para dejar el triunfo en bandeja a Hamilton. La carrera loca dejó segundo a Raikkonen, y regaló un podio a Sergio Pérez con el que por momentos soñó Sainz, que cayó fuera de los diez primeros tras su cambio de ruedas.