Cáceres vuelve a su sitio, aunque no sea la Liga ACB. La LEB Oro regresa mañana a la ciudad con la sensación general de que es la categoría de baloncesto que le corresponde por sus posibilidades económicas y el seguimiento del deporte de la canasta que la ha caracterizado. Lo que durante años se vio como un infierno cuando el Cáceres CB luchaba por la permanencia en la ACB ahora se percibe como una bendición, como el lugar en el que hay que estar. Pocos olvidan que hace cuatro años se inició una negra etapa de 24 meses sin baloncesto masculino profesional en el Pabellón Multiusos.

Un vistazo a las plantillas de la LEB Oro insufla optimismo. Está considerada una de las seis o siete mejores ligas de Europa, equiparable a las de países de segundo nivel como Alemania, Bélgica, Polonia o Portugal y superior a las segundas divisiones de Italia, Grecia o Francia. No es para nada una visión caprichosa: solamente hay que investigar lo que se paga a los jugadores americanos en unos y otros sitios para comprobarlo.

La cantidad de profesionales que ha pasado por la ACB con más o menos minutos supera la cincuentena, otro dato que se explica por sí mismo, empezando por medallistas con España en campeonatos internacionales, como Iván Corrales, Nacho Romero o el propio Lucio Angulo. Pero no solo se alimenta del pasado: a menudo la LEB ha servido de plataforma de aprendizaje a superestrellas que incluso ahora están en la NBA (José Manuel Calderón, Luis Scola, Andres Nocioni) o norteamericanos que brillan en la propia Liga ACB (Josh Asselin, Tom Wideman, Chris Moss...).

La ´final a cuatro´

Todo esto lo ilustra un recuerdo que mantienen muchos aficionados: la tremenda diferencia de potencial, de rapidez, de calidad, de intensidad, de físico, entre los partidos de la fase final de la LEB Oro respecto a los de la LEB Plata, disputadas ambas en Cáceres a finales de mayo. Es otro escalón. Y se nota.

El Cáceres 2016 surge tras conseguir la plaza del Palma Aqua Mágica a la espera de encontrar su ubicación entre los distintos vagones de la competición. En teoría, los favoritos al ascenso son siempre los que vienen de ACB, pero tanto León como Valladolid no pasan por un buen momento económico. Habría que mirar más a Alicante, Breogán y Tenerife. Conviene recordar que sube directamente el campeón de la liga regular.

Luego hay una serie de equipos experimentados --Los Barrios, Melilla, Burgos, La Laguna, Rosalía-- que buscarán un sitio en los playoffs , del segundo al noveno, de donde saldrá la otra plaza de ascenso. Ahí es donde hay que pedirle al Cáceres 2016 que esté, lejos de las dos últimas plazas de las que también huirán tres clubs que la pasada temporada eran compañeros de viaje: Vic, Illescas y Axarquía. ¿Subir? Hay quien dice que sería más un problema que una alegría: para la ACB se necesitan 6 millones de euros de una sola tacada...