Profesional desde que se levanta hasta que se acuesta, José Mourinho cuenta los días que faltan para que empiece la competición oficial y con mayor detalle los que quedan para el primer enfrentamiento con el Barcelona. Sabe que parte con desventaja, pero no rehúye en ningún caso la comparación. Tampoco puede esperarse de él que vaya a lamentar más de lo estrictamente necesario la pérdida de una estrella tan a la baja como Kaká.

"El Real Madrid tiene una dimensión histórica y social diferente a la de otros clubs en los que he estado. No conozco ningún equipo que gane que no juegue con un fútbol equilibrado. Mis equipos han ganado 17 títulos, no uno ni dos. Es imposible ganar 17 títulos cuando un equipo no juega al fútbol. Lo que hace historia son las victorias", dijo ayer en Los Angeles el técnico portugués en ESPN Radio, justo antes de reivindicar el valor de la eliminación del Barça a cargo de su Inter en la pasada edición de la Champions : "Un equipo que mete tres goles al Barça, que pudieron ser otros tantos, y que juega el segundo partido con diez durante 70 minutos es un equipo que tiene un fútbol de marca... El fútbol está lleno de líricos, pero los líricos no hacen la historia".

Mourinho está dispuesto a atajar por la vía rápida la primacía barcelonista y eso pasa por ganar la Liga o la Liga de Campeones, o las dos cosas. No contempla la posibilidad de quedarse en blanco. "No ganar una de las dos sería un fracaso", volvió a decir el entrenador del Madrid. "El Barcelona es un equipo con una dinámica diferente. Tiene una filosofía de mucho tiempo, unos futbolistas que juegan juntos desde hace muchos años y un entrenador que va a empezar su tercera temporada. En el Real Madrid, el más veterano es Casillas, con 29 años, y hay un entrenador que acaba de llegar. Es un potencial diferente", añadió Mou , que dio como seguro que en el futuro dirigirá a la selección de su país.

Alrededor de Kaká

Resignado, no entra quejarse por la lesión de Kaká, abocado a operarse por sorpresa de la rodilla izquierda y estar fuera de la circulación para los cuatro meses próximos. "Si se lesiona Kaká va a jugar otro. No jugamos con diez, jugamos con once, no lloramos, no buscamos disculpas y esta es normalmente una de las características de los equipos que hacen historia, no llorar", señaló Mourinho, que cuando llegó supuestamente habría dado luz verde al traspaso del centrocampista brasileño al Chelsea inglés, una operación que finalmente no pudo concretarse.