Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, elevado ayer en París a la categoría de ministro por la organización de la ronda francesa, aplastó cualquier duda sobre Alberto Contador y consideró como totalmente injusta, desmesurada y fuera de lugar la campaña levantada contra el ganador del Tour por algunas publicaciones locales. Puso especial relieve en el diario Le Monde, que cuestionó el sábado al ciclista madrileño, y denunció que esta publicación no había podido probar las acusaciones de dopaje contra varios clubs de fútbol español, como el Barça y el Real Madrid.

EL FUTURO DEL CICLISMO El máximo dirigente del deporte español viajó ayer a París con la documentación y las pruebas oficiales que eliminaron cualquier sospecha de que Contador hubiera podido estar implicado en la operación Puerto, tal como ahora le acusan desde algunos frentes, por el hecho de estar en el Liberty Seguros de Manolo Saiz. "La prueba más evidente de que no hay nada contra Contador es que ha corrido el Tour con la UCI y la organización de la carrera enfrentados. Es la prueba palpable. De cualquier otro modo ni habría podido correr, ni habría podido ganar la carrera. Este chaval es la cara del futuro del ciclismo español".

Lissavetzky conocía ayer la tremenda presión por la que ha pasado el corredor madrileño desde que el jueves pasado se vistió de amarillo por primera vez. El secretario de Estado aseguró a este diario que se habían sacado de quicio las acusaciones contra Contador. Por si acaso llevaba consigo la documentación que liberaba al vencedor del Tour de toda sospecha y aseguró que nada tenía, ni nada había de forma oficial u oficiosa contra el ganador del Tour. La secretaría de Estado está decidida a respaldarle en todo momento. "Es más --reiteró Lissavetzky-- Contador, al ganar el Tour, me ha dado mi mayor alegría desde que accedí al cargo. Solo falta para completar esta satisfacción personal que Nadal gane en Wimbledon y la selección de fútbol el Mundial".