La llama olímpica que alumbrará los Juegos Olímpicos de Pekín fue encendida hoy bajo un pálido sol en una ceremonia en la Antigua Olimpia y emprendió su camino hacia el estadio olímpico de la capital china, a donde llegará el 8 de agosto. En el sitio arqueológico de Olimpia, cuna natal de los Juegos hace 2800 años, 22 mujeres vestidas en túnicas blancas como sacerdotisas entraron a las ruinas del templo de Hera al compás de los tambores y se procedió a prender la llama con los rayos del sol y la ayuda de un espejo cóncavo.

Poco antes de encender la llama olímpica, tres manifestantes contrarios a los Juegos de Pekín lograron desplegar una pancarta durante la intervención del presidente del comité organizador chino, Lui Qi, en la que se llamaba a boicotear los Juegos por la represión policial china en Tibet. Los organizadores griegos habían puesto en marcha medidas de seguridad sin precedentes en el recinto arqueológico y en el pueblo de la Antigua Olimpia, por el temor a incidentes o a protestas contra China.

En su discurso el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, expresó su esperanza de que "el simbolismo de la antorcha sea reconocido en todo el mundo". "La antorcha une a los atletas con los ciudadanos del mundo, y tiene la fuerza de unir la humanidad y representar la armonía. A lo largo de la ruta la gente estará en contacto con su fuerza y los valores que representa", señaló el responsable del COI. "Hoy abrimos el camino a los primeros juegos en China, donde vive una quinta parte de la población mundial. Espero que cumplirá su misión", agregó Rogge en su discurso.