FORMA CACERES 2016 - 5: Edo, Almeida, Kadú, A. Vega, Thiago --cinco inicial--, Sergio, Kike Barroso y Carlos Sierra.

SPORT SALA VILLAVERDE - 3: Jorge, Chema, Damián, Julio, Carlos Barrios --cinco inicial--, Cholo, Nacho, Emilio, Dani, Ayuso y Jesús.

GOLES: 1-0. M. 10:30. Sergio. 1-1. M. 13. Ayuso. 2-1. M. 17:30. Thiago. 3-1. M. 22.30. A. Vega. 3-2. M. 24. Nacho. 4-2. M. 36. Thiago. 5-2. M. 37. Thiago. 5-3. M. 39. Damián.

ARBITROS: Velasco y Martín, del colegio Castellano-Leonés. Amarillas a Carlos Sierra, Thiago y A. Vega, por los locales y a Nacho y Damián, por los visitantes. Roja a Kadú.

Ya era hora. Lo venía mereciendo el Forma desde hace tiempo. Hubo que esperar hasta el primer partido de la segunda vuelta, cuando los de Marcello Magalhaes hayan logrado sumar la primera victoria ante su público. Y no fue fácil. Fue un partido trabado, con continuos rifirrafes entre jugadores. Un partido de trincheras en el que el Forma, que solo utilizó ocho jugadores por once de su oponente, se batió el cobre. Apeló a la épica. Tiró de hombría y a la heroica se llevó un partido confuso.

Kadú era la imagen del partido. Con el 3-1 a favor y el Villaverde dominando, la grada estaba expectante. Temía que ocurriera lo que otras tardes: la temida pájara local y la remontada del rival. Hubo minutos en los que la actitud dice mucho de los jugadores y levantan un pabellón. Una jugada de garra presionando un balón de Kadú y enardeciendo al público. Despertándolo de su letargo. Con el 4-2, Kadú levantó los brazos con gesto de rabia, olisqueando el triunfo que se les negaba en casa.

Esa casta, esa implicación acabó, sin embargo, jugándole una mala pasada al final. Había tenido varios roces con Nacho, un especialista en la provocación, y a falta de ¡¡1 segundo!! para el final se le fue la cabeza. Una dura y fea entrada a su rival dio con él en la caseta e impedirá su concurso en el próximo partido. Un duro golpe para una plantilla muy corta.

Thiago fue el otro protagonista. Pese a no completar uno de los partidos más vistosos que se le recuerdan, se fue a la caseta con tres goles en el zurrón. Y cada uno tuvo su historia. El primero --que significaba el 2-1-- fue un gol fantasma, que finalmente concedieron los árbitros. Pareció gol. A los veinte segundos, una jugada suya en el interior del área acabó con el brasileño en el suelo. Se pidió penalti. Esta no fue tan clara.

Su segundo gol --el 4-2-- fue consecuencia de un fuerte disparo desde lejos que los árbitros concedieron en primera instancia a Almeida. No hay duda en la autoría del gol para Thiago. El tercero --el 5-2-- fue fruto de una pérdida de balón del Villaverde cuando recurrió al portero-jugador. El balón le cayó a Thiago que solo tuvo que empujar. La afición respiró aliviada.