No hay palabras que puedan describir el estado de ilusión en el que vive el aficionado del Extremadura durante estos días. La imagen de la derecha vale más que el texto en su conjunto. «Voy a llegar tarde al trabajo, pero ya me inventaré cualquier cosa al jefe. Si no vengo ahora ya no puedo hasta el viernes y este partido no me lo pierdo por nada del mundo». El relato es de un fiel aficionado azulgrana cuyo nombre es mejor no revelar para no quedarle sin trabajo. Pero es la tónica general que se vive en las taquillas del Francisco de la Hera. Colas y colas durante todo el día en la calle Colombia para sacar el botín más preciado de esta semana en Almendralejo: una entrada para ver el Extremadura-Mirandés del domingo a las 17.00 horas.

Miles de aficionados ya han pasado a retirar sus entradas. El club ha establecido los mismos precios que en primera ronda ante el Deportivo B. Los socios pagan a precio reducido hasta el jueves a las 21.00 horas. Además, pueden sacar dos entradas más a precio menor en su zona de asiento hasta completar aforo. El precio reducido se mantiene para los abonados del Badajoz y el Aceuchal, clubes hermanados con el Extremadura. El horario de taquillas hasta el viernes es de 10 a 14 horas y de 16 a 21 horas. El sábado abrirá por la mañana y el domingo todo el día. Una maratón de venta de entradas.

Aunque las taquillas tienen sus horarios, los que están dentro no paran. «Hoy no hemos parado ni a comer. Teníamos que hacer recuento y dejar listos los ordenadores para cuando empezara la venta de tarde», decía Gema Martínez. Junto a Juan Soria y Jordi Ribot no paran de cortar ticket de la máquina expendedora y cambiar monedas y billetes. «Ya contra el Deportivo fue algo tremendo, pero esto va a superar todas las anteriores ocasiones, incluso las del año pasado», decía Juan Soria. Este joven andaluz es el responsable del área social del Extremadura y su popularidad ha ido creciendo con el equipo. Su predisposición, atención al público y su agradable carácter con particular guasa andaluza le han convertido en todo un personaje de la entidad al que el público le ha cogido un cariño especial. «Es imposible no cogerle cariño a esta afición. Es humilde, entregada a su equipo y siempre pasional. Es una afición de Primera, aunque ahora esté en Segunda B», repite él una y otra vez.

Al margen de esta locura para estar el domingo en el Francisco de la Hera, entrena el Extremadura pensando en el Mirandés. Los de Sabas volvieron ayer al trabajo con las ausencia de Airam Benito y Lomotey, quien no termina de recuperarse de un fuerte proceso gripal. El Mirandés ha organizado viaje para sus aficionados y serán muchos los que lleguen de tierras burgalesas.