El francés Sebastien Loeb (Citroën Xsara) se proclamó ayer campeón del mundo a falta de dos pruebas para que concluya el campeonato, después de finalizar el Rally de Córcega, en el que se impuso el estonio Markko Martin (Ford Focus) y el español Carlos Sainz (Citroën Xara) fue tercero.

El título mundial de Loeb es el primero que consigue el galo, tras debutar en el mundial en 1999, y es el segundo consecutivo para Citroën, que el año pasado también se hizo con el campeonato gracias al triunfo del noruego Petter Solberg, este año piloto de Subaru Impreza.

El estonio Markko Martin, líder desde el primer día, consumó su triunfo en Córcega con una ventaja de 2 minutos y 2 segundos sobre Loeb. La tercera posición fue para Sainz, a 2.55, la cuarta para el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 307), a 3.29, y la quinta para el noruego Petter Solberg (Subaru Impreza), a 5.06.

SIN PROBLEMAS Aunque Loeb tenía suficiente margen, ya que para asegurar el título le bastaba acabar cuarto, el francés se vio beneficiado por la retirada obligada del belga Francois Duval (Ford Focus), que era segundo en la general, a 20 segundos de Martin.

El resultado de Córcega representa la segunda victoria de la temporada para el estonio de Ford, que se impuso en México y fue segundo en Mónaco, Chipre y Finlandia. El triunfo de le permite arrebatar de nuevo el tercer puesto del Mundial a Sainz, a quien ahora aventaja en dos puntos (69-67), a falta de los dos últimos rallys, España, a finales de mes, y Australia en noviembre.

El madrileño, este año ganador en Argentina y tercero en México, Chipre, Finlandia, Alemania, Cerdeña y Córcega, tiene dos oportunidades más para volver a subir al podio final de mundial, antes de tomar una decisión sobre la próxima temporada, ya que estudia participar sólo en algunas pruebas del campeonato. "De Córcega me voy contento por mí, por el equipo y por Loeb", dijo Sainz, que halagó el trabajo realizado por Citroën para que su compañero sea campeón.