TAU CERAMICA (25+22+19+19): José Manuel Calderón (2), Sergi Vidal (6), Laurent Foirest (22), Scola (10), Andre Wolowyski (12) --cinco inicial--, Nocioni (21), Iván Corrales (2), Thierry Gadou (3), Palladino (3) y Lewis Sims (4).

CACERES CB (15+16+18+16): Mike Hansen (5), Hurl Beechum (4), Ariel Eslava (8), Gabe Muoneke (15), Kevin Thompson (21) --cinco inicial--, Ferrán López (2), Dani García (10) y Juan Antonio Orenga (-).

ARBITROS: García Ortiz, Rosado y Terreros. Excluyeron por faltas personales al jugador local Thierry Gadou (m. 33).

INCIDENCIAS: Partido de la jornada número 28 de la Liga ACB.

El Cáceres saldó con un desenlace lógico su visita al vigente campeón de la Liga ACB, el Tau Cerámica, al caer con rotundidad en la cancha alavesa por una veintena de puntos (85-65), tras un partido soporífero donde los extremeños purgaron sus numerosas pérdidas de balón y la aciaga jornada de sus tiradores exteriores ante el aro local. Además, Hussein no pudo contar con Joffre Lleal, lesionado, y durante muchos minutos se vio obligado a jugar con tres altos.

El triunfo mete de lleno al conjunto vitoriano en la pelea por acceder a las series finales por el título pese a dar nuevas muestras de fragilidad, sobre todo en su juego interior, donde dejó capturar al Cáceres la friolera de 26 rebotes ofensivos.

Es un echo incuestionable que el conjunto alavés no representa la amenaza de antaño y que ha perdido gran parte del potencial que le condujo el año pasado al brillante doblete de la ACB y de la Copa del Rey.

Sin embargo, todavía media un abismo entre las desiguales plantillas que adiestran en la actualidad Dusko Ivanovic y Manuel Hussein. Y ello hacía prácticamente inviable que el Cáceres pudiera profanar una cancha tan complicada como ésta.

El cuadro extremeño mantuvo el tipo durante los cuatro primeros minutos, justo el tiempo que tardó el técnico montenegrino del Tau en ordenar la entrada en pista de Andrés Nocioni por un desacertado Sergi Vida. La presencia del explosivo alero de Santa Fé --el tres más desequilibrante de la Liga ACB junto a Walter Herrmann- elevó varios decibelios la temperatura del juego, reactivó a un Tau adormecido.

Andrés Nocioni tomó el relevo anotador de Laurent Foirest, autor de los 8 primeros puntos de los locales, y se convirtió en una pesadilla para la defensa del Cáceres. Hasta el extremo de anotar 19 puntos en ls 14 minutos que permaneció en pista durante la primera mitad.

SIN OPCIONES

Manuel Hussein encomendó, sin éxito, a varios defensores (Hurl Beechum, Ariel Eslava y Dani García) la difícil tarea de frenar al alero argentino. Salvo en los primeros compases del segundo cuarto, donde el equipo cacereño colocó un esperanzador 27-23, el duelo se convirtió en un monólogo del Tau Vitoria.

Y es que el factor diferencial del choque radicó en el juego exterior. Mientras que Foirest y Nocini anotaron con pasmosa facilidad, el Cáceres purgó la aciaga jornada vivida por hombres como Mike Hansen y, sobre todo, Hurl Beechum, bien sujetados por sus pares en defensa.

Al desacierto del juego exterior cabe unir las 15 pérdidas que totalizó a lo largo de los cuarenta minutos, algunas de ellas realmente incomprensibles. Como la que aconteció a 4 segundos para el intermedio tras un saque de banda a favor del Cáceres que dejó en bandeja una canasta al placentino Iván Corales.

Amparado en su acierto desde el exterior, el Tau dominó con suficiencia en muchos tramos (54-35, m.25, 66-45, m. 29 ó 81-60, m.36) y dio la sensación de que nunca quiso forzar la máquina para ensanchar las diferencias en el marcador.

Al Cáceres de nada le sirvieron sus 26 rebotes ofensivos, buena parte de ellos recogidos por el omnipresente Kevin Thompson, cuya envergadura y potencial físico dejaron en evidencia a los pivotes locales.

Para consuelo de los extremeños, figura el llamativo hecho de que el Fórum de Valladolid fue superado en su pista por el Caprabo Lleida.